- Kate hija, no te apures en hablarme querida llego a la casa en cinco minutos-
Colgó
Siento como mi piel se pone fría y me baja la presión, no sé cómo le diré a mi madre que estoy esperando a un niño, esto es una maldita mierda, soy tan tonta y siento que lo arruiné todo, quiero mi vida de vuelta, tengo 18 años no estoy lista, claro que quiero ser madre en un futuro, pero no ahora
Traté de caminar hacia la salida, pero me detuve al sentir como mi peso se va a un lado, no siento mis pies y un mareo se hace presente, estuve a punto de caer, pero unos fuertes brazos me sostuvieron, mis ojos pesan demasiado y me cuesta abrirlos, me siento tan débil, poco a poco la luz se va acabando y mis pesados párpados se cierran, escucho una voz que me llama, pero no entiendo lo que dice, estoy demasiado perdida y ya es tarde para abrir los ojos, estoy inconsciente
- ¿Pero por qué está así? -
Escucho la voz de mi madre ella está demasiado alterada, su voz se mezcla con el pitido de alguna maquina médica, tengo mucho sueño, algo pica en mi brazo, pero lo ignoro el sueño es demasiado
- Señora tranquila, ella le explicará todo-
Esa voz, Daniel está aquí mi corazón da un vuelco, empiezo a tratar de despertar, mis ojos comienzan a moverse y gracias al cielo los puedo abrir
Todo es blanco, puedo ver a mi madre, siempre tan formal, ella lleva un vestido hasta las rodillas azul entubado, ella no se ha dado cuenta que estoy despierta, nadie lo ha notado, sus zapatos de punta y tacón resuenan por todo el piso, tragó saliva y duele me falta agua
- Agu...agua- digo casi inaudible
- Kate- dijo Daniel
Daniel toma una botella de agua un poco fría, la abrió y la coloco en mis labios muy cuidadosos de no salpicar o tirarla, es suficiente, lo quito con las manos, el me mira con preocupación, asiento solo para que se sienta mejor, se acerca a mí y me da un beso en la frente, su creciente barba pica
Mi madre me mira, su mirada no señala algún signo de molestia, por lo cual Daniel no le ha dicho nada, tomo aire y finjo una sonrisa, ella se acerca a mí y me toma de la mano, me duele, miro esta y puedo ver cómo unos tubos están enterados en mis venas
Esto debió de ser algo grave para estar aquí, me comienzo a preocupar por primera vez no me preocupo por mi si no por algo que crece en mi vientre, involuntariamente acaricio mi estómago, ni si quiera se nota
- Hija, ¿qué pasa?, ¿te duele el estómago? - siento una punzada al oír sus palabras, miro a Daniel el cual me anima
- Madre, tengo que decirte algo- ella se endereza, me mira impaciente
- Claro, habla- cierro los ojos con fuerza
- Puedes tomar asiento, por favor-
Ella siente y se dirige al sillón negro, me mira impaciente, trato de animarme más no lo logro, Daniel se acerca a mí y toma mi mano libre, respiro tres veces y lo digo tan suave como un silbido
- Daniel y yo estamos esperando un hijo- no me espere que lo dijera con tanta brusquedad
Mi madre me mira atónita y arrepentida, ella se para y se dirige hacia mí, sus ojos están vidriosos y por un momento me siento tan culpable que un nudo en la garganta está matándome, ella solo mira mi vientre y luego mira a Daniel, el cual está con ambos brazos cruzados, al sentir la mirada cambia de posición, ella se acerca a Daniel y el solo respira más pesado, está nervioso, al igual que yo
- ¿Qué estaban pensando? - callamos- Que la vida es tan fácil, que en un abrir y cerrar de ojos está solucionado, eh- a un estamos mudos- Estoy tan decepcionada de ti Katherine, creí que te había inculcado mejor los valores de la familia y uno de ellos es darse a respetar, cosa que no hiciste, tan rápido y abriste las piern..-
Daniel muy molesto la detuvo, yo estoy al borde de las lagrimas
- Señora, con todo respeto, pero usted está muy equivocada, su hija es una mujer que se da a respetar en todos los sentidos y disculpe que le diga esto, pero en frente de mí no quiero que le hable así- mi madre río con ganas
- Jovencito usted también es irresponsable, como no se pudo cuidar, no le enseñaron a usar métodos anticonceptivos o alternativos- guardó silencio
- Si lo hicieron- ella negó con la cabeza
- No veo claro pero una cosa sí digo tú no...- tocaron la bendita puerta
Se abrió, dejo ver al mismo doctor que me atendió cuando supe lo de mi embarazo, la mira a mi madre acusadoramente, lo más seguro es que sus gritos se escucharán hasta la sala de espera
- Buenos días, señora Pirce- es el apellido de soltera de mi madre, ahora está divorciada, ella solo lo mira
- ¿Qué tienen de buenos? - el doctor está claramente molesto
- Lo que tienen de buenos, es que su hija aún vive junto con su criatura que será su nieto quiera o no, agradezca eso ya que su hija colapso debido al estrés dado y pudo tener un aborto espontáneo, así que lo que le recomiendo es que se calme y salga a tomar un poco de aire y cuando ya esté lista y fuera de estrés venga y hablé con su hija-
Todos guardamos silencio, mi madre tomo su bolso y salió hecha una furia del lugar
Al menos me siento mejor
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Danger
RomansaEl, el fuego que calentó su Artico Ella, el frío que congelo su infierno