"¿Sorpresa?" es lo único que se le ocurrió decirme al imbécil de Daniel cuando me entero que tengo que pasar un fin de semana entero con él y su familia, está claro que eso no es parte del trato
- Oh, señor Dominic, me permite un momento a Daniel- sonreí muy forzadamente, tomé la mano de Daniel encajándole mis uñas sin sutileza alguna mientras él trataba de apartarla
- Por supuesto Kate, adelante- miro su celular – Sirve y hago unas llamadas pendientes-
- Excelente, volvemos pronto-
Me paré sin decir nada más, jale a Daniel de la manga del saco, hasta que llegamos fuera del restaurante y me asegurara de que el padre de Daniel no nos viera, en cuanto pude le di un empujón a Daniel, tuve la precaución de que su padre no nos viera
- ¿Pero a ti qué te pasa? - le dije mientras el miraba a su alrededor
- Lo siento- Primer streak, eso solo me enojo a un más
- Solo dirás eso- me cruzo de brazos – "Lo siento"
- ¿Que más quieres que diga? - segundo streak, mi enojo sube de nivel
- Eso no era parte del plan, como siempre estás cambiando las cosas- pausé- Daniel, no puedo ir con tu familia- trate de relajarme
- Si puedes y vas a ir- tercer streak, , ¡ESTÁS FUERA!
- ¿Quieres ver que no? - sonreí de lado y me dirigí al restaurante, cuando sentí una mano en mi cintura que no me dejaba caminar
- Espera por favor...- me pare en seco
- ¿Qué? - el suspiro pesadamente
- Por favor, solo este favor y te olvidas de mi-
- Daniel no es eso, es solo que nunca me dices nada, crees que eres dueño de las personas, cuando solo eres dueño de ti mismo, no puedo hacer ese favor, tengo cosas que hacer-
- Solo hazme este favor, te ayuda a ti también, te distraes y no piensas en lo que pasó con ese imbécil, yo sé que estuvo mal no decirte pero en serio, hoy más que nada, te necesito-
- Ya te dije cuál es mi respuesta, espero que se lo puedas explicar a tu padre-
Daniel miró la puerta, en un segundo sus labios estaban con los míos, en un movimiento dulce y tierno, tarde en separarnos, y al girar pude ver al señor Hawking, me puse más roja que un tomate
- Lamento interrumpir hijo, pero tú madre me llamó y quiere que la ayudemos a arreglar las cosas para mañana, así que los espero en el auto, para llevar a Kate a su casa, les encargué para llevar una pasta Fredo a a cada uno, ya que teníamos el tiempo encima y no pudimos cenar - Daniel sonrió
- Muchas Gracias-
- No es nada, Kate, los veo en el auto-
- Claro padre, en un momento estaremos ahí- el padre de Daniel me miró y sonrió
- Mandaremos el helicóptero a las 7:30am, para que te recoja Katherine, no te apures por eso- mi mandíbula toca el suelo, el padre de Daniel se marchó
- Bueno supongo que nos vemos mañana- lo miré enojada
- Ni creas Hawking, ve y dile a tu papá que no pienso ir, para que vaya cancelando el helicóptero- Daniel solo me miró enfadado, muy enfadado, yo solo le guiñe el ojo
Caminé hasta el auto donde el chofer amablemente me abrió la puerta. Dentro del auto no sabía que decir, jugaba con la tela de mi vestido, Daniel llegó refunfuñando del enojo, por suerte ya tenía mi bolso, el chofer fue muy amable y me lo trajo, mire a Daniel con cara de burla, golpe bajísimo
- ¿De qué te ríes? - dijo entre dientes, su padre estaba haciendo una llamada fuera del auto
- De ti- me miró
- Eres mala Kate- reí sin gracia
- Wow Daniel, tus ofensas me hieren- puse mi mano en mi pecho en señal de dramatismo
- No seas ridícula, no entiendo el por qué no vas conmigo- rodé los ojos por décima vez en la noche
- Porque tengo cosas que hacer- Daniel no me miró
- ¿Qué cosas Kate? He mirado tu calendario escolar y sé que no tienes ningún examen en puerta así que no uses eso de excusa- mi ceño se frunció, mi única excusa se desvaneció
- Simplemente no quiero, estar contigo un fin de semana, no creo que sea una buena idea- él puso sus manos en puño
- ¿Cómo sabes eso? -
- Porque nos conozco, Dan y yo sé que nos vamos a terminar peleando a lo grande, aparte de que entre tú y yo ya no hay química- Que mala mentira
- Por favor, el beso de hace unos minutos tuvo esa chispa de siempre, esa chispa que estoy segura que no tienes con nadie, nadie te hace sentir como te hago sentir yo y tienes que admitirlo Katherine, ¿por qué no aceptas que te gusto?, tanto que yo acepto que siento lo mismo por ti- me congelé, siente algo por mí, no le creo nada, es un Casanova y tiene todo preparado
- No digas tonterías- trate de no mirarlo a los ojos, pero él tomó mi barbilla y me obligó a mirarlo, sus ojos muestran sentimientos, por primera vez no son fríos y calculadores, ahora son cálidos y por un segundo casi me la creo
Nuestros rostros se empezaron acercar, nuestras narices chocaron, mezclando ambos alientos, finalmente nuestros labios chocaron.
Fue el inicio de un hermoso desastre
ESTÁS LEYENDO
Danger
RomanceEl, el fuego que calentó su Artico Ella, el frío que congelo su infierno