Danger

No hables

Mi cuerpo se congeló totalmente, mierda, mierda, mierda, Luke logró levantarse e ir al baño en cuestión de diez segundos, yo me encuentro ahora en ropa interior, un poco provocadora mostrando más de la cuenta

- Te espero afuera en menos de un minuto- su voz estaba llena de furia y molestia, por lo general le llevaría la contraria, pero este no es el momento.

Tomé lo más rápido que pude mi ropa y me la coloqué, Luke a un no ha salido, me imagino que por la vergüenza, cobarde

Salí con lentitud, abrí la puerta sin hacer ruido, Daniel se encontraba fumando un cigarro mientras expulsaba el humo de manera lenta, sintió mi mirada ya que me volteo a ver, su mirada no tenía vida, tiro el cigarrillo al suelo y lo pisó, se acercó a mí y por inercia me aleje de él.

- Daremos un paseo, sube al auto- no es quien para mandarme

- No- el me miro a un más molesto

- Ahora- reí sin gracia

- No tienes por qué mandarme, ni que fueras mi papá- me cruce de brazos

- Me dices eso después de encontrarte follando con una fulano, no me jodas Katherine- me hirvió la sangre

- QUÉ NO TE JODA, TÚ ENTRASTE A MI CASA SIN PERMISO, MÁS BIEN A MI NO ME JODAS- Levante las manos

- NO ME GRITES-

Le iba a responder algo pero salió Luke, me miró y se acercó a besarme los labios, supe en ese momento que quería marcar su territorio y que creen, que yo no soy de nadie, lo aparte de un empujón, el solo me miro y se fue sin decir nada más, mire a Daniel el cual tenía los puños cerrados completamente, sus nudillos se tornaron blancos.

- Sube- no lo haré, pero tenemos que hablar

- No, tú y yo hablaremos dentro de mi casa-

- Como sea, Katherine- odio que me llame por mi nombre

Entre a mi casa, Daniel observaba en silencio todo, me dirigí a la cocina y serví dos vasos de limonada, para Daniel y para mí.

- Daniel, te importa si me doy una ducha rápida- no me he bañado en un día y ocupó lavarme el cabello

- Haz lo que quieras, siempre lo haces- no discutiré eso

- Buen punto, vuelvo en diez minutos

NARRACIÓN DE DANIEL

La pequeña morena subió a su habitación, la seguí, ella solo rodó los ojos y colocó seguro en la puerta del baño.

Estoy furioso de encontrarla apuntó de tener sexo con un imbécil, no sé ¿por qué?, nunca me ha pasado eso, pero solo me hierve la sangre el pensar que otras manos recorrieron su fino y voluminoso cuerpo, la tocaron, le besaron y poco a poco la hicieron sentir placer, "dios, estoy que reviento de mi enojo", de tan solo pensar que hubiera pasado si no estuviera aquí ahora, golpeó el suave colchón donde duerme mi chica, la cual se tarda demasiado en bañarse, decido ver sus cosas, ya he estado en su habitación la cual me parece espantosa, muy femenina y ordenada, admito que si no fuera por Nora la joven que me ayuda a limpiar, mi casa sería una mierda.

La puerta del baño se abrió dejando ver a mi hermosa morena vestida con un short de mezclilla la cual resaltaba sus cortas piernas hechas a la medida y dejando su trasero con una buena vista, llevaba una blusa pegada a su cuerpo resaltando su cintura no tan pequeña y sus senos pequeños, es muy hermosa, sus labios son carnosos y rosados, su piel es bronceada, su cabello castaño y sus hermosos ojos azul cielo que cautivan a cualquiera, ella es hermosa