Fuera

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Rodé los ojos, él está sentado en mi pequeño sillón blanco mientras sonreía como el gato de Alicia en las maravillas

- ¿Qué haces aquí? - el levantó los hombros

- Solo estaba aburrido y quise venir a visitarte – Por cierto, deberías asegurarte cerrar bien las ventanas, cualquier loco puede meterse a tu casa.-

- Adiós Daniel- camine hasta el

- ¿Tan rápido? - hizo un puchero.

- Así es, ¿ya viste la hora que es? –

- Eso qué, la noche es larga y nosotros jóvenes-

- Está chica joven tiene clases mañana-

Lo tomé de la mano y lo empujé hacia atrás para ayudarlo a levantarse, pero el muy idiota se hizo para adelante causando que me desequilibrara y cayera, terminando el encima de mí, ahora estamos tirados en el suelo, su aliento choca con el mío, respiro su suave aroma a menta y loción, sus labios se acercan a los míos, pero con toda mi fuerza aviento su cuerpo a un lado haciendo que se separara de mí.

- Mira Dan, yo sé que estás acostumbrado a ir por la vida besando a diferentes chicas, pero a mí no, ¿Acaso no entiendes? - alce mi voz un poco, yo ya estaba de pie y el seguía en el piso sentado.

- ¿No me digas?, casi no lo noto- dijo con sarcasmo

- Ahora vete, por favor- él sonrió arrogantemente

- Sabes, el noventa y nueve por ciento de chicas morirían por estar en tu lugar- Levante los hombros en señal de desinterés

- Bueno yo soy ese uno por ciento que sobra- para mi sorpresa el rio

- Eres única, de hecho, eres muy hermosa, admito que me gustan esos ojos azules como el cielo, ese cabello tan castaño que casi siempre está despeinado, esos labios tan rosados que me piden a gritos que los bese y para que digo tu cuerpo me dan ganas de...-

- Suficiente- Quite mi mirada de él

- Amo cuando te sonrojas- rodé los ojos

- ¿Puedes irte ya? - me crucé de brazos, él se paró del suelo y se acercó a mí

- No, vamos hay que hablar como personas normales- no me parece mala idea, de hecho, quiero saber de él y Sabrina

- Bien, yo empiezo- me subí a mi buró de madera de roble cruce mis piernas y miro a Daniel el cual ya se sentó en la punta de mi cama

- Adelante- sonreí

- ¿Saliste con Sabrina Jefferson? - se quedó pálido por un momento, se paró en ese instante y se acercó a mí poco a poco

- No responderé a eso- fruncí el ceño y él se acercó a un más

- Respóndeme- se acercó aún más

- Ella solo fue una más de la lista- estaba a unos cuantos centímetros de mi

- ¿Lista? - lo mire confundido

- Si, ya sabes de las chicas con las que he follado- me tape la boca indignada

- Las mujeres no son objetos sexuales, Daniel, tienes que respetarlas - soltó una sonora carcajada

- Kate, respeto tanto a las mujeres porque yo vengo de una, yo nunca las obligo a hacer nada, ellas acceden porque buscan lo mismo que yo-

- Aun así, no tienes por qué referirte a ellas de esa manera-

- Está bien, prometo no volverme a dirigirme así a una mujer-

- Bien-

- ¿Por qué la pregunta señorita Katherine?- Estoy dispuesta a saber la verdad

- Ella es mi mejor amiga y pues ayer...- frunció el ceño y acortó la distancia que hay entre nosotros, me interrumpió

- Que tal si cambiamos de tema, no me gusta hablar de mi pasado- dijo a centímetros de mi boca, estaba en transe

- Si- dije atontada

No sé cómo, por qué y qué pasó, pero sus labios se conectaron con los míos y se comenzaron a mover en forma rápida pero suave, como si me quisiera comer, tomé conciencia y lo empuje hasta sepáralo.

- Ahora es hora de irte-

- Kate yo...-

- Adiós Daniel- el solo asintió y salió

Lo acompañé hasta abajo y le abrí la puerta

- ¿No sé por qué tanta molestia, princesa?- las orejas se pusieron coloradas del coraje

- Me molesta que vengas, entres a mi casa sin mi permiso y trates de besarme como a todas las chicas con las que amagas enfrente de todo mundo, eso me molesta- él se quedó parado solo observando

- Solo es un beso- Este chico si es molesto, lo dice sin importancia

- Me quiero besar con mi novio no con alguien que conocí apenas ayer- el solo rio con ganas, se carcajeó por unos minutos.

- Kate, no seas ingenua la mayoría de los besos son sin sentimiento, son por calentura, ya sabes, para pasar el momento- solo te quiero besar por qué me pareces caliente-

Me sentí muy humillada, las lágrimas se agruparon en mis ojos y me sentí JODIDA, no voy a llorar enfrente de él, al parecer Daniel noto mi cambio de humor porque trato de acercarse a mí

- Oye lamento lo de hace rato. - lo detuve

- Vete- Lo menos que quiero es verlo

- Per...-

- LÁRGATE-

El solo asintió y se fue dando un sonoro portazo, menudo imbécil, no soy una más de sus chicas, para mí los besos tienen que tener sentimientos, algo con lo que sientas que puedes expresar tu amor a otra persona no solo por qué te parece caliente o para pasar el rato

Corrí a mi habitación y grite llena de frustración, maldije una y otra vez a Daniel y lo tonta que me sentía por fijarme un poco en el

Llego un mensaje a mi celular

D: Lo siento, no quise decir lo que dije

K: Como si me importara Daniel

D: En realidad me atraes

K: Adiós Daniel



Capitulo editado y corregido*

DangerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora