NARRACIÓN DE DANIEL HAWKING
La sala de urgencias está casi desierta, solo está una joven señora, su esposo, Tessa y yo.
Kate está en cesaría de emergencia por lo cual no puedo entrar a verlos, no sé nada de ella o de mi pequeño, las enfermeras nos informaron que Kate estaba teniendo un aborto espontaneo y que las posibilidades de que nuestro bebé sobrevivieran por desgracia eran pocas, al darme esa noticia una parte de mí se desgarro por completo, es un dolor tan diferente, sientes como si perdieras a alguien que amas sin si quiera conocer, algo que jamás en la vida había experimentado.
Por otro lado, me informaron que la vida de Kate también corría mucho peligro y que en algún momento si algo salía mal podría perder la vida.
Las horas me parecen eternas, es como si el tiempo fuera lento y los segundos se convierten en una eternidad, todo en cámara lenta
Me paro y comienzo a dar vueltas a la fría habitación, voy vestido con un pans de franela y una camiseta, el frío cala por mis huesos, pero en estos momentos es lo menos importante
No puedo explicar el terror que sentí al oír los gritos de mi hermana por el pasillo, salir corriendo y ver al amor de mi vida tirada en el suelo con la cara pálida el cuerpo temblando, sudando, sangrando y casi inconsciente por el dolor
Mire a Teresa la cual está tan preocupada como yo, su cabello rubio esta despeinado y muestra una débil sonrisa, admiro de mi hermana lo fuerte que es, una vez mis padres estuvieron apuntó de romper su matrimonio yo me lo tomé muy mal, tanto que me la pasaba encerrado en mi habitación ebrio o fumando marihuana, pero ella solo respiraba y exhalaba mientras sonreía y pensaba que todo estaría bien, es una pequeña guerrera
- Familiares de la señorita Lexington-
Ambos nos levantamos como rayo, el doctor nos miró, se acercó a nosotros, estoy temblando nunca en la vida he estado así, ni si quiera cuando corría sentía tanta adrenalina.
Solo veo como el doctor tarda en hablar y se me hace eterno
- Por desgracia su esposa ha surgido un aborto espontaneo, es bastante extraño que se den estas situaciones. Les explico, un aborto espontaneo es la pérdida espontánea de un embarazo antes de la semana 20, esto se da ya que algo se hizo mal mientras estaba embarazada. Esto se da solo en raras ocasiones. La mayoría de los abortos espontáneos ocurren debido a que el feto no se está desarrollando normalmente, hay muchas razones por las cuales se dan estos abortos, al parecer el embarazo de su esposa era un embarazo molar que está asociado con un crecimiento anormal de la placenta; por lo general, no hay desarrollo fetal correcto- Las palabras del doctor solo me golpeaban una y otras vez – Por desgracia su niño era demasiado prematuro y ya no pudimos hacer nada para salvarlo, lamento muchísimo su perdida señor Hawking-
Escuchaba los sollozos de Teresa a mis espaldas, yo simplemente no pude decir nada, las palabras simplemente no me salían, todo había pasado tan rápido, un día todo estaba bien, elegíamos el nombre de nuestro pequeño y al otro ya no estaba con nosotros, ¿Cómo se lo explicaré a Kate? - Kate-
- ¿Y mi Kate? ¿Cómo está ella? -
El doctor dio un suspiro muy pesado, malas noticias
- La señorita Lexington está en observación también, tiene que estar vigilada por las enfermeras al menos un día, un aborto también es peligroso para la madre, podrá pasar a verla en una hora, mientras la anestesia se va saliendo de su sistema y poco a poco se va levantando- Hace una pausa- Sé que esto es muy duro para ustedes, pero al menos la señorita Lexington estará bien, en cuando este consiente lo haré pasar, estoy segura que querrá hablar con su pareja. -
Dicho eso se fue por donde había venido
Los brazos de Tessa me rodearon y puedo sentir como sus lágrimas calientes mojan mi pecho, y sin yo consentirlo comienzo a llorar, ambos estábamos abrazados uno a otro tratando de consolarnos mientras tratábamos de asimilar la realidad, no tengo la más mínima idea de cómo se lo diré a Kate, estará destrozada, al igual que yo.
Después de tan emotiva escena decidimos sentarnos en la sala de espera de nuevo a esperar noticias de Kate, como perder algo que ni si quiera tienes en tus manos, siento como si me hubieran arrebatado una parte de mí, una parte de mi vida estaba en ese pequeño.
- Señor Hawking- Una enfermera se dirige a mí
- Soy yo- Limpié mis lagrimas
- La señorita Lexington está despierta, puede pasar- Dicho eso se alejó
Caminé hasta la habitación asignada por ellos, sentía tanta tristeza, ansiedad y miedo de decirle todo lo que había pasado a Kate, no quiero verla tan destruida, sé que esto la va a matar, la va a destruir.
Entre al cuarto, y ahí estaba ella, me partió el corazón verla así, conectada por todos lados, como una aguja perforaba su vena y sus ojos estaban tratando de abrirse.
Por un momento me quedé ahí parado en la puerta, sin poder acercarme a ella, con un nudo en la garganta y unas horribles ganas de salir corriendo de ahí
- Daniel- Kate empezó a abrir un poco más los ojos
Tomando todas las fuerzas que Dios me da me acerqué a ella, ahí me di cuenta que el destino me dio una buena jugada, me está devolviendo lo que Kate sufrió cuando fui tan estúpido de correr, verme en ese estado, entre la vida y la muerte.
Tomo su mano libre, me acerco a sus labios y los beso con ternura, ella es tan perfecta aun así, en ese estado, sigue siendo hermosa
- Daniel- me llama de nuevo
- Aquí estoy, amor- Me acerco más a ella y le beso su frente
- ¿Qué ha pasado? - Aquí viene lo más difícil de mi vida
- Kate...- Ella comienza a buscar su vientre crecido, sus ojos se abren muchísimo cuando en vez de sentir a nuestro hijo creciendo en su vientre hay vendas rodeando todo su estómago y vientre
- Daniel, ¿Dónde está mi bebé? - Me partió el alma y sin querer empecé a llorar- DANIEL, DIME QUE HA PASADO, ¿DÓNDE ESTÁ MI HIJO? - Comienza a gritar
Le tomo la mano y cómo puedo el abrazo, ambos comenzamos a llorar desconsoladamente, solo se escuchan nuestros sollozos y llanto
- Mi amor- Tomé aire- Lo siento tanto, pero...- No puedo hacer esto- Nuestro bebé no sobrevivió-
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Danger
RomanceEl, el fuego que calentó su Artico Ella, el frío que congelo su infierno