Después de que Daniel estuviera una semana en el hospital, salió.
Sus padres decidieron contratar un avión privado para venir hasta acá por nosotros a los dos meses del accidente porque Daniel no podía viajar, esto no hubiera pasado si su hijo no hubiera decidido fugarse una noche ir a una carrera y casi matarse, así de imbécil es, estoy tan enojada con él, ¿cómo lo pudo a ver hecho?, el solo pensar estar sin él me duele y ahora esperando un bebé, me asfixia, sé que no pasó nada tan grave pero el susto pudo afectarme a mí y al niño, pero Daniel ni si quiera pensó en eso.
Como era de esperarse Daniel recibió una buena atención médica en casa, se recuperó pronto y se puede decir que ya se encuentra mucho mejor.
Nuestra relación no mejoró en lo absoluto, a penas y lo miro a la cara.
En estos dos meses he terminado la preparatoria y estoy lista para continuar mis estudios en línea, estoy buscando buenas universidades ya que me encantaría seguir estudiando
El café humeante sabe delicioso con este frío, Daniel está dormido en el cómodo asiento del avión privado, puedo observar sus pequeños cortes en el rostro, hace una punzada en mi pecho, como se le pudo ocurrir hacer esto, cada vez que lo pienso me dan ganas de tirarle el café en la cara y gritarle lo estúpido que fue al hacer tal tontería, inhalo y exhalo para relajarme
En todo el camino estoy en mi móvil, de vez en cuando hecho una que otra mirada al padre de mi hijo. Estoy muy nerviosa, a decir verdad, no sé cómo me vean ahora en adelante los padres de Daniel, como una chica desprevenida de 19 años que se dejó llevar por la calentura y la hormona del momento, lo peor del caso es que este bebé se creó en su misma casa, mi cara se pone colorada de tan solo pensarlo, no creo que ellos lo sepan.
Siento como algo se mueve dentro de mí, es increíble puedo sentirlo dentro de mí, las famosas "patadas" se hacen presente, coloco el café en el porta vasos, pongo ambas manos en mi vientre abultado de varios meses, siento su movimiento, la emoción que experimentó no se compara en absoluto a nada que haya vivido, estoy tan distraída en sus movimientos que no me doy cuenta que Daniel está enfrente de mí, lo miro y doy un respingón
- Me asustaste- apenas dije, desde que entramos no hemos hablado en lo absoluto
- ¿Puedo sentir? - señaló mi vientre, asentí
El colocó ambas manos en mi abultado estómago, veía como sonreía, puedo sentir como él bebé se sigue moviendo y Daniel también
- Hey bebé, me escuchas- dijo en susurro- Papi está aquí contigo campeón, estamos ansiosos de conocerte- casi lloro- sé que cometí un pequeño error que asusto a mami- me tomo la mano y la coloco en mi vientre- y lo siento mi niño, no volverá a pasar, porque te prometo que estaré presente cuando nazcas, cuando des tus primeros pasos, cuando hables, cuando te gradúes y te cases, finalmente veré crecer a mis nietos y siempre te apoyaré mi bebé, siempre-
Me tomo de ambas manos y besó mis nudillos suavemente, cerré los ojos y las retire en cuanto pude, me siento mal y decepcionada, me di la vuelta para darle la espalda, puedo ver el hermoso paisaje, la ciudad y sus hermosas luces iluminando las calles , no hay hielo ni nieve, son principios de otoño por lo cual empieza a hacer poco frío, vamos a Minnesota en estos momentos donde suele congelarse en invierno cuando hace demasiados frío, en algunas ocasiones los ríos y lagunas se congelan, la gente lo usa para patinar en hielo
Después de darnos el aviso de que vamos a aterrizar, me coloco bien el cinturón para estar más segura, siento la mirada de Daniel quemando mi perfil, sé que quiere que le hable y que todo vuelve a ser como antes
Bajamos del avión, puedo sentir el aire fresco impactándose en mi cara, lo bueno es que llevo unas mayas calientes negras y una gabardina que cubre mi pecho cubierto por una gruesa blusa de manga larga negra, espero no resbalarme con estas botas, al parecer ha estado lloviendo. Daniel baja primero para poder ayudarme, tomo su mano y camino con mucho cuidado de no caer
Toma mis maletas y las suyas, finalmente el personal se las lleva hasta el auto que nos espera para ir a la mansión de los Hawking.
Me subo al auto junto con Daniel, ambos sin decir nada, yo solo acaricio mi vientre sin decir nada, Daniel finalmente respira y rompe él hermosos silencio
- ¿Puedes ya hablarme? - lo miro sin decir nada
- No estoy de humor Daniel, el viaje me tiene cansada- miro hacia la ventanilla, el toma mi mano pero la retiro
- Esto es infantil, sabes- ruedo los ojos, no puede ser que diga eso.
- No me vengas con eso- el me miró serio
- Lo lamento muchísimo cuantas veces te lo tengo que repetir- exploto
- Daniel sabes cómo se siente saber que el amor de tu vida y el padre de tu hijo está en el hospital en un estado crítico, mientras yo confié en que él estaba con un amigo y no en una maldita carrera de mala muerte- él se quedó callado- claro que no lo sientes-
Ambos volvimos a callarnos y el ambiente tenso regreso, me seque una lagrima traicionera, Daniel me abrazó, pero no le correspondí solo me quede estática en mi lugar, besó mi cuello pero parecía insensible aunque por dentro me estaba derritiendo
- Kate, puedes mirarme- me giré y lo mire, su expresión es preocupada, no me deje llevar por las apariencias
- ¿Qué? - dije insensible
- Te amo tanto- me beso los labios, pero los mantuve inmóviles
- Yo...ya no se- claro que lo amo pero en estos momentos le tengo un resentimiento enorme
Él se separó de mi de golpe, me miró enojado, triste, preocupado, todos los sentimientos juntos, comenzó a... ¿llorar?,
Se secó las lágrimas furioso
- Ya no me amas, es eso, sabes lo horrible que es sentir este rechazo desde hace casi cinco meses, es horrible, todos los días trato de mejorar, yo sé que la volví a cagar corriendo, pero siendo sincero es la única manera que me hacía olvidar lo mal que me sentía porque nuestra relación se está yendo a la mierda y cada vez te siento tan distante –
- Daniel no se puede dejar de amar a una persona en tan poco tiempo, menos cuando hay un hijo suyo dentro de ti, en estos momentos te detesto y en serio estoy tratando de perdonarte, pero lo vuelves a hacer, una herida no sana de la noche a la mañana-
- ¿Cuándo vas a ser la de antes? - lo pensé
- Cuando vuelva a confiar en ti-
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Danger
RomanceEl, el fuego que calentó su Artico Ella, el frío que congelo su infierno