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chapter eleven pub hog's head
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T / N se miraba en el espejo, su reflejo mostrando una mezcla de nerviosismo y anticipación. Aunque estaba acostumbrada a ser segura de sí misma, esa noche algo era diferente. Su corazón latía con fuerza, y las mariposas en su estómago no dejaban de revolotear. Se ajustó el cabello por enésima vez, tratando de calmarse mientras sus pensamientos giraban en torno a la "cita" que tenía con Hermione. Nunca había sentido esta ansiedad antes, al menos no por alguien.
— Vamos, T / N, relájate— Se dijo a sí misma, tratando de calmarse — Solo es Hermione. Es solo una cena.
Pero no podía ignorar la presión en su pecho. Había algo en la idea de pasar tiempo a solas con Hermione que la hacía sentirse... diferente. Era una mezcla de nerviosismo, emoción y algo más que no podía identificar. Suspiró mientras se miraba de nuevo en el espejo, evaluando su apariencia.
Justo cuando estaba a punto de darse por vencida en su intento de calmarse, escuchó un golpe en la puerta.
— ¡Está abierto! — Gritó, y el pomo giró lentamente.
Cuando la puerta se abrió, vio una figura familiar reflejada en el espejo: cabello castaño oscuro, ojos igualmente oscuros y una sonrisa que siempre le hacía sentir mejor. T / N se giró, sonriendo al instante.
— Hey.
— Hey — Respondió Jenna, sus ojos recorriendo la figura de T / N. Estaba claro que Jenna estaba analizando su apariencia con detenimiento, como si quisiera grabar cada detalle en su memoria.
— Te ves bien — Añadió Jenna, aunque sus palabras sonaron más suaves de lo que pretendía.
T / N rió suavemente, cruzando los brazos sobre el pecho.
— Me di cuenta por la forma en que me estabas mirando, Ortega.
Jenna rápidamente desvió la mirada hacia los ojos de T / N, su rostro adquiriendo un ligero rubor.
— No seas tan arrogante, T / N. He visto mejor.
T / N puso los ojos en blanco con una sonrisa juguetona.
— Claro, digamos eso.
Las dos se quedaron en silencio, mirándose fijamente durante unos segundos. Una tensión sutil se formó entre ellas, una que ninguna de las dos estaba segura de cómo manejar. Era como si el aire a su alrededor se hubiera vuelto más denso, cargado con palabras no dichas y emociones no expresadas.
