7. ¿Pesadillas?

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GIANNA:

Entro a la cabaña dejando a Kellan fuera con su para nada pequeño problema.

Me reúno con Numeya y Erik en el salón los cuales están hablando con Ozak mediante holograma. Saludo a Ozak con la mano.

De repente entra Kellan corriendo, se sienta en el sillón y tapa su entrepierna con un almohadón. Me río mientras el resto lo miran confundidos.

Ozak carraspea.

--- Bien, tenemos a veinte soldados enemigos que lo único que quieren es matarnos, no van a cambiar de idea --- dice.

Resoplo, me lo temía, no conocen nada más a parte del consejo.

--- ¿Qué sugieres? --- pregunto aunque ya se la respuesta.

Enarca ambas cejas.

--- Matarlos --- dice sin rodeos.

Asiento sujetándome la cabeza con las manos.

--- Debe haber otra forma de hacerlos cooperar --- dice Numeya, por lo que sé, no le gusta mucho derramar sangre.

No digo que a mi me encante pero... hay que hacer lo que hay que hacer para sobrevivir y eso lo aprendes teniendo una vida de mierda como la mía.

Su padre suspira.

--- No la hay cariño, y lo sabes --- dice con la mirada perdida.

Su hermano la rodea con el brazo por los hombros.

--- No tienes que estar presente --- le susurra.

Su hermana lo abraza por la cintura.

--- Lo sé, pero tú y papá si y no me gusta que forméis parte de esas atrocidades --- dice.

--- Lo haré yo --- digo captando la atención de todos los presentes --- será rápido y sin dolor --- añado.

Kellan se pone en pie.

--- No, no lo harás --- dice haciendo que frunza el ceño --- a duras penas te has recuperado del ataque de hace unas horas y yo no pienso sacarte de otro --- dice señalándome.

Me río.

--- No necesito tu ayuda ni mucho menos tú aprobación --- le digo fulminándolo con la mirada, vuelvo a mirar a Ozak --- yo lo haré, mañana por la mañana --- le digo segura.

Kellan gruñe.

--- Te acompañaré --- dice.

Ruedo los ojos.

--- Como sea.

--- Bien, entonces mañana por la mañana os encargaréis de esto y por la tarde informaremos a Veliazka de que su legítima heredera del trono ha regresado para tomar el mando --- concluye.

Suspiro. No me gusta la idea, pero seguro que encuentro a alguien que ocupe ese lugar, mi intención es irme de Veliazka lo antes posible.

Cuando finalizamos la comunicación cada uno se va a su habitación para descansar un par de horas puesto que ya falta poco para que amanezca.

Me quito la ropa y me echo a la cama en ropa interior. A los pocos minutos me duermo.

Me despierto sobresaltada por unos gritos, miro por la ventana y aún está oscuro. Me pongo una bata de seda y salgo de mi habitación con una daga en la mano. Camino hacia el fondo del pasillo, la última puerta está entreabierta y de ahí provienen los quejidos y gritos. Entro.

Las Sombras De VeliazkaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora