12. Desaparecidos

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GIANNA:

Me despierto por el sonido de mi teléfono, me remuevo en la cama e intento salir de ella para buscar el maldito aparato pero unos brazos fuertes y firmes me lo impiden agarrándome de la cintura.

--- Kellan --- lo llamo, se remueve pero no afloja su agarre --- Kellan suéltame --- protesto sin éxito --- ¡Joder Kellan que tengo que cojer el puto teléfono! --- le grito y me levanto con todas mis fuerzas haciendo que caiga al suelo.

Me río y empiezo a buscar el aparato.

--- ¿Por qué cojones me tiras de la cama? --- pregunta con voz ronca sobándose el brazo, gruñe --- apaga esa maldita cosa del demonio --- dice.

Ruedo los ojos rebuscando en mis pantalones.

--- Si me hubieras soltado seguirías en la cama y el teléfono ya habría parado de sonar hace rato --- digo encontrando por fin el aparato.

Descuelgo.

--- Gia, tenéis que volver al castillo, tenemos información de los representantes y... ha pasado algo... --- escucho la voz alterada de Numeya, parece como si llorase.

Frunzo el ceño.

--- ¿Numeya, estás bien? --- pregunto llamando la atención de Kellan que se levanta y se pone a mi lado.

Pongo el teléfono en manos libres. Escucho como toma aire profundamente.

--- No --- dice, miro a Kellan con el ceño fruncido --- mi padre ha desaparecido --- termina.

Abro los ojos como platos y veo como la mirada de Kellan se oscurece.

--- Mierda --- murmuro --- ¿Cuándo? --- pregunto.

--- No volvió ayer, después de dejar a tu amiga en tu casa --- explica.

Frunzo el ceño de nuevo.

--- Cuando Kellan y yo llegamos ayer a la cabaña tu padre no estaba aquí, pensé que ya se había ido --- le digo.

Kellan se mantiene a mi lado, pensativo.

--- Suzzane --- murmura y sale de la habitación dejándome confundida.

--- Oye Numeya, vamos a encontrarlo, arreglamos un par de cosas aquí y nos vemos en el castillo --- le digo despidiéndome.

Cuelgo la llamada sin esperar respuesta y salgo detrás de Kellan. Entro en la habitación de Suzzane y me encuentro a Kellan agarrándola por el cuello y apretándola contra la pared, sus ojos están rojos de furia.

Me acerco con cautela hasta ellos.

--- ¿Dónde está? --- pregunta Kellan apretando más su agarre, ella no puede defenderse, ni siquiera con sus poderes, Kellan es más fuerte, va a matarla --- ¡Responde maldita bruja! --- ruje.

--- Kellan suéltala --- le pido pero no me hace caso.

Con una de mis manos rodeo la muñeca del brazo de Kellan que sujeta el cuello de Suzzane y con la otra agarro su mentón obligándolo a mirarme. Sus ojos rojos transmiten rabia, ira e impotencia. Lo miro fijamente antes de hablar.

--- Tienes que soltarla Kellan, no sabemos si ha sido ella, y si lo ha sido y la matas no vamos a saber dónde está --- le digo sin parar de mirarlo, su agarre empieza a aflojarse y la bruja vuelve a respirar --- Suéltala del todo Kellan --- le ordeno por última vez.

Él gruñe pero me hace caso. La mano que sujetaba el cuello de la bruja baja ahora hasta mi mentón, y la otra hasta mi cintura.

--- Como haya sido ella la mataré --- dice sobre mis labios con voz ronca.

Las Sombras De VeliazkaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora