16. Traición

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GIANNA:

Me acerco a Ozak que permanece en el suelo, en el centro del cúmulo de gente, está magullado y, posiblemente deshidratado. Me agacho a su lado.

---  Ozak  ---  lo llamo captando su atención, sus ojos inyectados en sangre me miran sin rastro alguno de sentimiento  ---  ¿Os han soltado?  ---  pregunto extrañada buscando a las chicas.

Niega.

---  A ellas no, me han soltado a mi  ---  dice mientras intenta ponerse de pie. Kellan lo ayuda sujetándolo.

Frunzo el ceño.

---  ¿Y por qué te han soltado?  ---  pregunto aún más extrañada  ---  ¿Están bien las chicas?  ---  añado sin dejar que responda.

Me mira.

---  No lo sé, lo único que recuerdo es que me desmayé y me desperté en medio del bosque hace casi una hora. Las chicas están peor que yo, pero vivas.  ---  explica y se lleva la mano al lateral de su cabeza haciendo una mueca.

Le retiro la mano y logro apreciar un corte no muy profundo pero que aún sangra.

---  Está bien, ve a que te curen esto  ---  le digo aún no muy convencida  ---  Luego quiero que nos reunamos en el castillo y me cuentes todo lo que recuerdes  ---  le digo.

Él asiente pero antes de que se vaya llegan Erik y Numeya y se abalanzan hacia su padre para abrazarlo.

---  ¡Papá!  ---  exclaman los dos.

Ozak les devuelve el abrazo y ellos empiezan a hacerle preguntas. Kellan se acerca a mi.

---  ¿Qué es lo que no te encaja?  ---  pregunta.

Frunzo el ceño y lo miro como si tuviese tres cabezas.

---  ¿Cómo sabes que hay algo que no me encaja?  ---  le pregunto confundida, no he dicho nada sobre eso.

Él se encoje de hombros y mete sus manos en los bolsillos de su pantalón.

---  No sé  ---  dice  ---  tu cara desde que ha entrado no ha mostrado ni una pizca de alivio y tu cuerpo se ha mantenido tenso durante la conversación. Además, puede que a mi tampoco me termine de cuadrar algo...  ---  dice mirando hacia Ozak y los chicos.

Resoplo.

---  Es que...  ¿por qué lo han soltado?, a ver, no es que no me alegre de que esté bien y lo hayan soltado, pero ¿Por qué ahora? ¿Y, por qué a él?  ---  digo mirándolo a los ojos.

Kellan asiente y suspira.

---  Tiene que haber alguna explicación.  ---  dice  ---  Pero mientras, sigamos entrenando  ---  añade mientras se dirige de nuevo hacia la zona de combate.

El pelotón de soldados ya se ha disuelto por completo y todos han vuelto a sus zonas de entrenamiento así que hago lo mismo.

Pasamos las siguientes cuatro horas entrenando y corrigiendo a los soldados, Kellan por un lado y yo por el otro, de vez en cuando nuestras miradas coinciden.

Cuando ya son las doce de la noche terminamos y los soldados se van a sus barracones.

Kellan llega a mi lado cubierto de sudor con una toalla al hombro y una botella de agua en la mano. Mis ojos se abren como platos, llevo desde hace cuatro horas muriéndome de sed porque me terminé mi botella.

Kellan ríe y me tira la botella. La cojo al vuelo y me bebo lo que queda de agua.

---  Joder  ---  digo aliviada.

Las Sombras De VeliazkaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora