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Esa mañana le habían llamado para darle la noticia que había conseguido ese puesto como profesor en la escuela Kaisen. Estaba demasiado feliz, tomo su abrigo y salio del departamento, quería que Suguru fuera el primero en enterarse y de paso celebrarlo. Afuera estaba nevando pero estaba impaciente y no quería separar un taxi. 

Estaba a media cuadra cuando saco su celular, buscando el número de su pareja. El aparato hizo el acostumbrado pitido pero en vez de escuchar la voz de Getou, escucho la maldita maquina contestadora. Volvió a llamarlo y cuando doble en la cuadra del departamento los vio. 

Suguru estaba besando a un chico bajo de pelo negro, lo reconoció al instante, era Haibara, la pareja de Nanami. Parecían estar en una burbuja donde nada les importara. Sintió algo removerse en su interior, sentía su labio temblar y su mandíbula estaba contraída. El sonido de su celular lo saco de su trance, era la escuela de Megumi, atendió sin dejar de mirar la escena frente a el. 

<<¿Gojo-san?>> Reconoció la voz de la maestra del niño, se la escuchaba preocupada. 

<<Si>> Haibara y Suguru entraron al edificio tomados de la mano. 

<<Megumi-kun tuvo una pelea con unos niños en el recreo. Esta en la enfermería>> Solo alcanzo a escuchar eso. No podía escuchar con claridad. <<¿Gojo-san?>> 

<<Voy en camino>> No le importo que la mujer siguiera hablando, finalizo la llamada. 

Dio media vuelta y corrió hasta la escuela primaria. Estaba lejos, su nariz estaba congelada al igual que sus manos pero no quería detenerse, sentía que si lo hacia la oscuridad lo consumiría. En cuanto llego a la puerta de la institución, el portero le abrió la puerta. Ni siquiera se detuvo a contestarle lo que había preguntado, camino hasta llegar a al pequeño cuarto donde estaba descansado el niño La enfermera al verlo entrar todo rojo y agitado se levanto alterada. 

Megumi estaba sentado con su mochila ya puesta, como si esperara el momento para irse del lugar. La enfermera le explico lo sucedido y que lo mejor seria que fuera a descansar a casa. Gojo no dijo nada mas, sentía la cabeza pesada, como si tuviera un piedra dentro. 

Tomaron un taxi para irse, no podía hacer caminar a Megumi, que se tambaleaba por su mareo. Busco la llave del departamento y ambos entraron, lo mando a su habitación para que descansara, mientras el le prepararía algo para comer. 

El niño estaba sentado en la silla de la cocina, el mayor no se había dado cuenta que estaba allí y eso hacia que se preocupara aun mas. Analizaba cada movimiento que hacia, no quería descansar, aunque lo necesitara, no podría dormir por pensar en que le ocurría aquel idiota. Escucho golpes en la puerta y miro a Satoru, estaba recargado en el mesón mientras movía la boca, como si murmurara, algo que era bastante frecuente cuando estaba estresado. Se levanto de la silla y fue hasta la entrada. Abrió lentamente, el hombre le sonrió y paso. Megumi no pudo evitar que entrara, sentía que Suguru no debía estar aquí. No entendía ese sentimiento, Suguru y Satoru eran pareja, a pesar de que odiaba que estuvieran juntos. 

-Megumi ¿No deberías estar en la escuela?.- Cerro la puerta y se quedo mirando al niño que parecía molesto. -¿Esta Satoru?.-

-Esta en la cocina.- Tenia un nudo en la garganta. Odiaba a ese hombre. 

-Bien, ve a descansar.- Getou lo empujo levemente al pasillo y el pequeño chasqueo la lengua. Pero aun así se quedo cerca de la cocina, tratando de oír la conversación. 

OportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora