¿No te pasó algo como que de pronto te vuelves un cantante famoso, ganas incontables premios, tienes muchos amigos y luego caes en lo más profundo de la soledad donde ya nadie te soporta y lo único que quieres es volver a tu pueblo con tus gallinas...
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—Buen viaje, Nick —fue lo último que Chase me dijo antes de subir al avión. Nos dimos un gran abrazo y palmeé su espalda—. Que sea una gran gira. Tráeme regalos.
En realidad, eso fue lo último que dijo.
Me eché a reír y lo abracé de nuevo.
—Te voy a extrañar, idiota. Nos vemos en un año —comenté, tomé un poco de aire y me acerqué a Bee, su molesto novio Caleb no estaba presente. Digamos que le avisé a mi amiga que solo entrarían personas que yo iba a admitir por cuestiones de seguridad, al inicio se ofendió un poco, pero luego lo entendió.
—Yo sí que te voy a extrañar —mencionó abrazándome fuerte, sonreí y correspondí el abrazo enseguida.
—Deja de desaparecer y háblame más seguido, mejor amiga. Te enviaré mensajes todo el tiempo, ¿bien?
Ella asintió con una sonrisa triste y ladeé el labio.
—¿Por qué estás triste? Y no me digas que es porque me voy, porque tienes distintas caras de estar triste.
Bee se rio y negó con la cabeza.
—No quiero que esta sea una conversación sobre mis problemas cuando será la última vez que te vea en un año.
—Te llamaré y me contarás. —La señalé y estuvo de acuerdo.
—Y tienes que enviarnos fotos —acotó Sam. Me iba a despedir de ella, pero un llanto, giré la cabeza y la vi. Haerim se encontraba llorando abrazada a su hermano.
—Hey, ¿qué pasó? —pregunté acercándome a ella, me puse en cuclillas para estar a su altura y ladeé la cabeza. Escondió el rostro en el torso de su hermano y él encogió los hombros—. ¿Estás bien?
Ella negó.
—Es que no quiero que te vayas —comentó entre sollozos, sonreí un poco y estiré mis brazos para ella—.
—Oye, volveré en un año, todo va a estar bien —dije cuando se acercó para abrazarme—. Ya sé que te caigo mejor que tu hermano, pero te prometo que volveré en cuanto la gira termine. Además, estarás en el último concierto de la gira en Counterville, ¿no es genial? —la animé, ella asintió un poco—. Incluso puedes llevar a tus amigos. ¿Qué te parece? Si quieres puedes hacer una lista. —Miré a Madeline—. ¿Puedes organizarlo? Cuando Haerim haga su lista, envías una limosina a buscarlos a todos. Diles a sus padres que los llevaremos a su casa en cuanto todo termine.
—¿En serio harás eso? —preguntó Hae asombrada.
—¿Por qué no?
Haerim sonrió y me abrazó de nuevo.
—Eres el mejor —dijo.
—¿Hola? ¡Sigo aquí! —habló Chase, su hermanita se rio.
—Lamento interrumpir, pero es hora de irnos —comentó Rob acercándose a nosotros—. Madeline, avísale a Andrew que ya vamos para allá, está dando vueltas en el jet privado porque no hemos despegado.
