¿No te pasó algo como que de pronto te vuelves un cantante famoso, ganas incontables premios, tienes muchos amigos y luego caes en lo más profundo de la soledad donde ya nadie te soporta y lo único que quieres es volver a tu pueblo con tus gallinas...
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Chase «Sí» 19:05
Nick «Sí? Sí qué?????» 19:05
Respondí, y pasaron algunos segundos hasta que mi amigo apareció en la puerta de mi habitación.
—Que sí, fue por la situación económica. Mis padres estuvieron mal en no hablar con mi hermana, pero sí. Fue por eso —contestó cerrando la puerta, al parecer no quería que Hae escuchase la conversación.
—¿Me vas a dejar ayudar? —pregunté cruzando los brazos, ya me veía teniendo otro momento de convencer a mi amigo para que aceptara mi dinero.
—Nick, aquí el problema no es conmigo. Tienes que hablar con mis queridos progenitores. —Alzó las manos, desligándose del tema. Entrecerré los ojos.
—¿Qué veo? ¿Un reto? —Miré a mi amigo, él se rio y se encogió un poco.
—Si quiere tomar el reto de hablar con mis padres, caerles bien y convencerlos. Pues habrás ganado.
—¿No les caigo bien? —pregunté.
—No te conocen, no hablo mucho con ellos y no sé qué les habrá dicho Hae...
Yo asentí.
—Bueno, acepto el reto —contesté.
—Sí, ajá, Don retos. Tenemos que volver al trabajo, aún existe un concierto que no hemos terminado de organizar, no sé si lo recuerdas. —Miré a mi amigo con los ojos abiertos y él sonrió. Caminó tranquilo hasta mi escritorio y puso la contraseña de mi computadora. —Mañana en la mañana retomaremos las audiciones por internet. Sería bueno que grabemos un video para Snapgram, ¿qué te parece?
—Me parece, sí. ¿Crees que aún quieran participar? Es que yo siento que la gente aún me odia y me cuesta interactuar con todos. Por eso no he escrito mucho en redes sociales.
Expliqué, estaba un poco inseguro de todo. Lo único que quería era seguir en mi cama y no salir de ahí. Ni siquiera tenía ganas de cantar y mucho menos si ni siquiera podía escribir la canción con Quinn.
Por un momento observé mi alrededor, cuatro paredes bien iluminadas, mi mejor amigo trabajando en mi escritorio, yo en completo silencio. Bajé la cabeza.
Ya pasaría.
Grabamos el video, Chase lo editó en el momento. Lo subiría al día siguiente, y a la gente le gustó. Pasaron un par días. Vimos buena reacción en el público, contrario a mi pensamiento, muchos estaban felices.
Pero yo no podía evitar ver a la otra parte, los que aún me decían cosas. Me insultaban, a mí y a mi familia.
Mis padres parecían no estar enterados del asunto, no llamaron en ningún momento, y yo tampoco lo hice, porque lo que menos quería era llorarles estando lejos.
