¿No te pasó algo como que de pronto te vuelves un cantante famoso, ganas incontables premios, tienes muchos amigos y luego caes en lo más profundo de la soledad donde ya nadie te soporta y lo único que quieres es volver a tu pueblo con tus gallinas...
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—¿Qué le contesto? Estuve ignorando a mucha gente y ahora no sé cómo volver a contestarles. ¿Qué hago? —pregunté, Chase se encogió de hombros.
—No sé, ¿qué te parece responderle «hola» también? —respondió, no sabía si se estaba burlando de mí, pero parecía por el tono que usó.
Nick «Hola, Quinn!!» 21:35
Quinn «cómo estás? Leíste mi mensaje? Perdón si te molesta, no sabía si volver a escribirte, además mi papá está insoportable. Ya te contaré...» 21:35
Nick «Sí, lo siento. Han sido días duros, no le contesté a nadie, no te preocupes. Ya estoy mejor, ya solucionamos el tema» 21:36
Quinn «Me alegra, vi que el video de Susan. Me alegra que todo se haya aclarado» 21:36
Nick «Sí... ¿Te parece si nos vemos alguno de estos días para hablar de la canción?» 21:36
Quinn «Está bien, avísame cuando puedas!» 21:36
Nick «Bien, nos vemos!!» 21:39
—Mira, ya está compartiendo la noticia —comentó Chase mostrándome su teléfono.
URGENTE: «Niña que acusó a Julien Garnier se rectifica en un video contando lo sucedido, en breves ampliamos la noticia»
Tomé una gran bocanada de aire, no quería cantar victoria, pero me daba un poco de paz ver que las cosas poco a poco se aclaraban.
—Chase, te pido por favor que cada vez que tengan noticias de Susan y su familia, me lo cuenten —comenté mientras jugábamos, llevábamos alrededor de una hora en eso. Chase asintió, lo supe aunque no lo vi porque tenía la costumbre de hacer un pequeño sonido parecido a un «um» cuando hacía ese gesto.
—Rob dijo que nos mantendrá al tanto de todo, así que no te preocupes. ¡No! ¡¡Otro cerdo!! —se quejó en medio de gritos.
—Amigo, ¿cuántos cerdos se te han muerto en Trick desde que nos regalaron la segunda parte?
—Este se llamaba Albert el Octavo —murmuró sin dejar de mirar la pantalla, me eché a reír y dejé el control a un lado.
—Creo que es hora de dejar de jugar, mañana tienes que ir temprano a la oficina y yo debo recuperar horas de sueño...
—Ay, mírenme, soy Julien Garnier y no tengo que ir temprano a trabajar porque soy una estrella —Chase fingió mi voz de forma tonta y yo rodé los ojos.
—Bueno, no es mi culpa que me hayan pedido que no vaya esta semana y trabaje desde casa. —Me encogí de hombros y seguí con la mirada a mi amigo, apagó la televisión y caminó hacia el pasillo donde estaban nuestras habitaciones. Caminé con él.
