¿No te pasó algo como que de pronto te vuelves un cantante famoso, ganas incontables premios, tienes muchos amigos y luego caes en lo más profundo de la soledad donde ya nadie te soporta y lo único que quieres es volver a tu pueblo con tus gallinas...
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El auto, manejado por Kevin, iba directo a Hook Records, pudimos desviarnos de la prensa que esperaba en la puerta de mi casa, pero no sabíamos cómo se encontraría la situación en la empresa.
—Todo va a salir bien —dijo Chase tocando mi hombro, giré a verlo y recién ahí, noté cómo había estado moviendo la pierna derecha.
—Estoy un poco nervioso, no sé si lo notaste.
Chase se rio y asintió un poco.
—Sí, creo que lo noté.
El camino se hizo corto, porque cuando menos quería llegar a un lugar, más fácil se hacía el recorrido.
Pero pasó algo que de verdad me sorprendió. No había nadie. La zona estaba tan limpia que podría lamer el suelo —no literalmente—.
Rob nos esperaba dentro con una gran sonrisa y yo no entendía que estaba pasando. Ya dentro de la empresa, Rob habló.
—Bienvenido a Hook Records, hijo. —Abrió sus brazos para mí, y no pude evitarlo. Corrí hacia él y lo abracé.
—Te juro que no hice nada, puedo prometerlo por lo más valioso que tenga, Rob. —Me aferré fuerte a él y traté de respirar, pero era difícil.
—Lo sé, Nick. Sé que no. —Palmeó mi espalda tratando de tranquilizarme.
—Gracias, Rob. Gracias de verdad... —comenté algo agitado, miré a todos lados. Nadie me miraba, pero sabía que querían hacerlo. Podía notar los movimientos de la gente, algunos fingían que estaban escribiendo cosas en su computadora, vi a otro que le sacó copias a un papel, presionando el botón de la cafetera.
—Vamos a hablar a mi oficina —dijo. Me asustaba lo sereno que se veía en cualquier situación. Podía estar estresado y corriendo de un lado a otro, pero si había un problema real, le hablaba al afectado como si nada estuviera pasando. Yo necesitaba esa tranquilidad que a él le sobraba. —¿Viste cómo saqué a toda esa gente de aquí? —preguntó.
—Sí, pensé que me encontraría con muchos esperando, así como en mi casa...
—Pues no. No en mi zona —dijo Rob.
Caminamos junto a Chase por todo el edificio hasta llegar al lugar donde Rob pasaba más tiempo: Su oficina.
La verdad es que él pasaba más tiempo junto a su cafetera o caminando en círculos en la zona de grabación.
—Me quedo aquí —avisó Kevin, se refería a quedarse fuera de la oficina mientras vigilaba que nada raro pasara, Rob, Chase y yo entramos y quedamos sentados frente a frente.
—A ver... —Rob revisó algunos papeles antes de hablar. —Estoy considerando todas las opciones para solucionar esto. Me dijo Chase hace un rato que querías hablar conmigo, ¿qué era?
Yo miré a Chase, él me sonrió como si fuese la persona más inocente del mundo, rodé los ojos y asentí con la cabeza.
—Sí... No quiero levantar cargos contra la niña —comenté mirando el suelo, Rob alzó la vista, yo sabía que me estaba mirando. Podía sentirlo.
