¿No te pasó algo como que de pronto te vuelves un cantante famoso, ganas incontables premios, tienes muchos amigos y luego caes en lo más profundo de la soledad donde ya nadie te soporta y lo único que quieres es volver a tu pueblo con tus gallinas...
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Al cabo de un par de días, la razón de la felicidad de Chase llegó. Iríamos a la fiesta de Brooklyn Houston. Andrew estaba en medio de un negocio con Houston padre, así que nosotros éramos su excusa perfecta para estar cerca.
—Bueno, ya que hoy iré a una fiesta y Jade no me contesta, ustedes me van a ayudar —hablé a la cámara, ya me había duchado, pero no sabía qué rayos ponerme. Le tomé fotos a varios atuendos que Jade me había dejado y los subí a Snapgram con la opción de que mis seguidores elijan.
Esperé algunos minutos mientras veía cosas graciosas en internet. A mis seguidores se les había ocurrido hacer una dinámica donde imitaban todas las fotos ridículas mías que Chase subía a las redes. Ellos me hacían reír.
Mi teléfono empezó a sonar, era el antes mencionado que llamaba para avisar que el auto estaría en mi casa en quince minutos, entonces debía cambiarme.
Revisé mi cuenta y tomé el atuendo que había ganado en las encuestas, a mí también me gustaba. Me tomé una foto para enseñarles el resultado y salí de casa. Kevin me esperaba en la puerta del apartamento.
—Te bañaste, bien. —Asintió aprobando la situación y me reí caminando junto a él hacia la salida, Chase estaba en el auto junto al conductor.
—Yo siempre me baño —le dije a Kevin señalándolo, él me ignoró.
—No puedo creer que vamos a ver a Brooklyn Houston, Julien. Siempre quise ir a una de sus fiestas legendarias —contó mi amigo, él estaba emocionado. Yo solo asentí y sonreí. Esperaba que tomara eso como una respuesta.
Resulta que las fiestas de los Houston siempre se hacían en una locación secreta. Era bastante obvio si las organizaban en alguno de sus tantos hoteles, entonces siempre buscaban innovar.
Aquel día, tocó un lugar que parecía, desde fuera, la construcción de un edificio. Todo lo contrario a eso, tenían armada una gran fiesta por dentro.
Quedé impresionado. Tenía miedo de tocar algo porque todo se veía muy caro.
—Quiero agradecerle a tus padres por crearte, a ti por ser talentoso y volverte famoso, y a los padres de Brooklyn Houston por traerla al mundo. Si todo eso no hubiese ocurrido, no estaría aquí, listo para enfiestarme. —Chase comentó emocionado con una botella en la mano. Yo giré a verlo mientras intentaba no reírme (fracasando, claramente).
—¿Qué te pasa?
—No lo sé, amigo. Solo estoy emocionado. Estoy alrededor de gente famosa que sigo desde que era un niño. ¿Estás viendo allá? Actuó en la película de...
—Espera —interrumpí— ¿qué no tienes tiempo trabajando en este mundo?
—Sí, pero trabajaba para Rob, nunca tenía contacto con la fama, amigo.
—¿Me estás queriendo decir que tu primer trabajo fue conmigo? —pregunté sorprendido. Chase parecía tener mucha experiencia en el mundo de los famosos.
