Capítulo 42

2.7K 299 108
                                    

Sus mejillas se ruborizaron a un punto que jamás vi en mi vida.

Lo noté nervioso.

-¿Q-qué?-dijo abriendo los ojos.

Le sonreí.

-T/N no es gracioso-dijo, bajando la mirada.

-No me importa-respondí.

-¿De verdad?-dijo subiendo poco a poco la mirada.

-Claro, no tiene nada de malo-insistí.

Y no tenía nada de malo, digo... ¿Eso es bueno, no?

-¿No quieres subir?-repetí.

-¿Subir a...?-dijo, refiriéndose a ya sabes qué.

-Claro-respondí.

Se puso enfrente de mí y me miró fijamente.

-No te imaginas cuánto te deseo

-Pero...

-No quiero que pase así-completó.

Y me di cuenta que tenía razón.

Tal vez, el hecho de haber perdido mi "virginidad" con un completo imbécil, me hizo "normalizar" ciertas actitudes. Pero en el fondo sabía que con Aidan quería que fuese especial.

-Solo bromeaba-dije (fingiendo)

-¿Ah bromeabas?

-¿No quieres subir?-completó desafiándome.

-Pero-dije.

Comenzó a reírse descaradamente, presenciando el asombro de mi rostro.

-Vamos-dijo, extendiéndome la mano.

-¿Dónde?-respondí correspondiendo a su acción.

-Shhh, solo sígueme-contestó en voz baja.

Ambos nos dirigimos a un lugar solitario.

Cabe decir que ya era de noche.

El silencio que había en el lugar era inexplicable.

-¿Qué hacemos aquí?-pregunté preocupada.

-¿Qué quieres hacer conmigo, Gallagher?-dije con voz seductora.

-¿Sabes dónde estamos?

-Pues no-contesté.

-Aquí murió una chica que quedó atrapada en el elevador alrededor de los años 70's-comenzó a explicar.

-¡¿Qué?!-dije aterrada.

-Quedó atrapada en el ascensor un día viernes creo y como no venía nadie durante el fin de semana, por más que pedía ayuda no pudo conseguirla y terminó muriéndo-continuó.

Lo miré aterrada.

-Dice la leyenda que se oyen sus gritos pidiendo auxilio-completó.

-Aidan, esas cosas no son reales-confirmé.

-Vamos a averiguarlo-propuso.

-Olvídalo-dije firme.

-¿No que "estas" cosas no son reales?-respondió.

Lo miré molesta.

-Bien-respondí insegura.

Tomé su brazo firmemente y cubrí mis ojos con su bufanda.

Estaba aterrada.

¡¿Por qué carajos querrías oír a una chica muerta pidiendo auxilio?!

Al parecer, el sitio estaba en completo abandono y cualquiera podía ingresar.

Estúpido, espontáneo y doloroso amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora