Capítulo 67

2.4K 278 339
                                    

<<Narra Aidan>>

Me comprometí a ser más atento y recuperar su cariño, por lo que desperté muy temprano la mañana siguiente, aunque fuese Sábado.

T/N aún dormía, por lo que no quise despertarla.

Jake acababa de despertar, así que lo tomé en mi brazos para ir a prepararle la leche.

El teléfono de T/N sonó.

Miré sin querer, ya que nunca he tenido desconfianza en ella.

Kyle

"Fue una linda tarde ayer, espero volvamos a repetirla".

Giré hacia otro lado, tratando de no darle importancia, pero... la curiosidad me mató.

Al parecer, no tenían más conversaciones, pero me extrañó que no me contara.

En fin, fui a la cocina para darle de comer a Jake, mientras preparaba el desayuno para ambos.

Regresé a la habitación y desperté a T/N con un pequeño beso en su nariz.

Entreabrió los ojos poco a poco y sonrió. Sonreí.

-Buenos días, preciosa-dije con una sonrisa.

-Buenos días-dijiste acariciando mi cabello.

-¿Tienes hambre?-pregunté

Asentiste.

Fui por el desayuno y ambos comimos, mientras Jake estaba entre los dos, viendo la televisión.

-¿Has sabido algo de Michael?-pregunté.

Negaste con la cabeza.

-¿Qué harás cuando regrese?-dije preocupado.

T/N vio a Jake fijamente, mientras este sonreía.

-No lo sé, no quiero pensar en eso ahora-respondiste sin dejar de verlo.

-¿No que odiabas a los niños?-dije sorprendido.

-Pues, creo que ya no-dijiste sonriendo.

-¿Ah no?

-¿Y si hacemos uno ahora mismo?-completé sin más.

-¡Aidan no! Está Jake-dijiste entre risas.

-Anoche también estaba y no te importó en lo absoluto. Pobre Jake, que suerte que no despertó-dije sonriendo.

-Tonto-dijiste golpeando mi hombro suavemente.

Bajé la mirada con una sonrisa.

-Oye y... ¿mucho trabajo anoche en la oficina?-pregunté, deseando que me dijeras la verdad.

-Sí, ya sabes... se aprovechan de mi talento-respondiste.

No, no me lo dirías.

-¿Qué pasa?-preguntaste.

-No es nada-sonreí.

¿Por qué me lo ocultas? ¿Escondes algo?

*más tarde*

Esa tarde, fui a casa de mamá a ver a Phoebe (se pronuncia Fibi) y ver los preparativos de su primer cumpleaños que sería en un par de días.

Phoebe ya estaba más grande, tenía el cabello rojizo como Hannah, mis ojos y lunares, claro está que el parecido que tenía a mí, ya se había ido.

Ya decía algunas palabras, como mamá, papá, comida. Entendía también el si y el no y tenía una obsesión con utilizar teléfonos o tabletas para ver sus dibujos animados. Claramente, yo no estaba de acuerdo con eso.

Estúpido, espontáneo y doloroso amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora