Capítulo 78

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────un mes después─────

Estabas en la sala de fotocopias de la editorial.

-Hola-dice Jacob, tomándote de la cintura.

-¡Aléjate! Nos pueden ver-dije apartándome.

-¿Así es como saludas ahora?-dijo sonriendo.

Volteas los ojos.

Te ve desde la puerta y muerde su labio inferior.

-Dios, esa falda-dijo llevando su cabello hacia atrás.

-Estoy trabajando, ya vete-dije preocupada.

-La bruja fue a comer con unos "colegas", tenemos tiempo de sobra-dijo levantando su playera, haciendo notar su abdomen perfectamente marcado.

-No le digas así-dije molesta.

-¿Por qué estás tan molesta? ¿Por lo que dije el otro día? Que...¿tengo novia?-preguntó acercándose a mí.

No dije nada.

-Vamos, mira-dijo llevando mi mano a su gran problema.

-¡Basta! Nos pueden oír-dije zafándome.

-Pero seamos silenciosos, vamos aquí no hay cámaras-apretando mi trasero.

-Mierda, ¡¿Qué parte de no, no entiendes?! Déjame en paz-dije saliendo de allí.

────más tarde─────

-T/N, te necesita la jefa, urgente-dijo una compañera.

-Claro, voy enseguida-respondí levantándome rápidamente.

Llegué a su oficina y golpeé la puerta.

-Pasa-dijo desde dentro.

-¿Me llamaba?-pregunté.

Mi jefa asintió y cerré la puerta.

Me senté enfrente de ella y arreglé mi cabello.

-Dios, ¿Cómo es que te mantienes tan bella y juvenil a tu edad?-dijo sorprendida.

-Bueno, tampoco es que sea tan mayor. Solo tengo 29 años-agradecí con una sonrisa.

-No entiendo cómo es que Jacob no te ha seducido, ya sabes como es-continuó.

-Mmm claro-respondí.

Si supiera...

-Bueno... ¿pasa algo? Tengo columnas en las que trabajar aún-pregunté.

-Oh claro, a lo que venías...

-Pasa que, llega hoy un chico a LA, y aprovechando su llegada solicité una entrevista biográfica-completó.

-Bien... ¿Qué tiene de especial?-pregunté.

-Verás... es un fenómeno creciente en redes sociales-respondió.

-¿Solo eso? Vaya talento-dije sonriendo sarcásticamente.

-Es cantautor, bloguero y nombrado hasta hace poco embajador de la ONU-respondió.

La sangre se me subió a la cabeza.

Tragué saliva y sentí como me faltaba la respiración.

-¿Qué pasa? Estás pálida-dijo preocupada.

Llevé mi mano a la cabeza y cerré los ojos.

-De casualidad... ¿Cómo se llama?-pregunté atemorizada.

Estúpido, espontáneo y doloroso amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora