¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
•ᵈᵃʸ 2: Snuggling somewhere/Acurrucándose en algún lado•
Su mano se poso con cuidado sobre la frente contraria, confirmando sus sospechas de que algo ocurría con él.
Cuando la puerta había sido abierta, aparte de tomarse unos segundos para detallar a Maehara de pies a cabeza con disimulo, había notado que la expresión en su rostro demostraba el malestar que sentía, por lo que se tomo el atrevimiento de adentrarse a la casa, tomando la mano del rubio inconscientemente mientras lo arrastraba de vuelta hacia adentro, sentándolo en el sofá junto a él. Sus ojos lo miraron fijamente con la preocupación brillando en ellos, creando en su mente la posibilidad de que aquello solo se tratara de algo no tan grave como un simple resfriado.
Pómulos sonrojados, sintiéndolos tibios al tocarlos, bolsas debajo de sus ojos, los cuales parecían a punto de cerrarse para no volver a abrirse en un buen tiempo, y el leve sudor que notaba por su frente, en donde su mano se apoyaba sin darle importancia a eso. La calentura de su piel elevada más de lo normal le confirmo lo que tenia pensado: Maehara estaba enfermo. No era doctor, pero no había necesidad de llamar a uno, utilizaría los mismos métodos caseros que él mismo usaba para bajar su fiebre.
Hizo amague de levantarse, obteniendo la atención del rubio en un instante, quien intentaba parecer normal, ignorando las puntadas que aparecían en su nuca
—¿A donde vas?, ni siquiera hemos empezado
Isogai negó con firmeza, no ignoraría lo que sucedía por unos libros, su estado podía empeorar y luego se sentiría culpable. Tomo los hombros de Maehara, empujándolo con suavidad para que se recostara, mandándole una mirada de advertencia para que acatara sus ordenes al ver que estaba a punto de reclamar, comenzando a alejarse de su vista.
El rubio lo siguió con la mirada, apreciando la preocupación que le mostraba. Eso hacían los amigos después de todo. Aunque no se encontraba seguro de eso, parecía que solo lo soltaba para convencerse, repitiéndolo en susurros como si quisiera evitar caer en alguna tentación. La tentación en donde ambos se encontraban involucrados, imaginándose diversas situaciones que prefería callar antes de soltarlas y que el ambiente incomodo reinara a Isogai, lo que menos quería era que la situación se volviera inmanejable.
Sacudió su cabeza y cerro los ojos, concentrándose en el silencio que habitaba a su alrededor
(...)
Se arrodillo, dejando el recipiente con agua a un lado suyo, posando su mirada en la persona en el sofá. Se inclino hacia él, oyendo su relajada respiración
—Maehara
Llamo en un susurro a la espera de oír respuesta de parte del mencionado, pero nada, solo silencio. Lo sacudió levemente, obteniendo el mismo resultado. Sonrió y negó
—Realmente te dormiste
Detallo su rostro con atención, admirando la expresión de paz que mantenía al descansar, sus pestañas, las cuales decoraban de manera sutil sus parpados, el tono rosáceo en sus mejillas, y sus labios entreabiertos. Estiro su mano, dirigiéndola a los mechones que descansaban en la frente de Maehara, corriéndolos con el menor movimiento posible para evitar su despertar, atreviéndose a deslizar su mano por su mejilla, reposándola allí por breves instantes.
Un movimiento del contrario lo sobresalto, ocasionando que quitara su mano, bajando su mirada en dirección al recipiente, recordando en segundos el porque de aquello. Tomo el paño, mojándolo y retorciéndolo, levantando su mirada mientras se acercaba con la intención de colocarlo en la frente del rubio, pero ni siquiera llego a hacerlo debido a que fue detenido por una mano en su muñeca.
Abrió y cerro su boca, buscando las palabras para hablar. La mirada penetrante de Maehara no lo dejaba pensar con claridad
—¿Tu... tu estabas despierto?— un asentimiento junto a una sonrisa burlona fue lo que recibió, ignoro la calidez en sus mejillas y, nuevamente, intento acercar el paño— Déjame bajar la fiebre
—Pero, eso no es necesario
—¿De que estas...?
Maehara tomo su muñeca, tirando de él para que caiga sobre el sofá, ocasionando que el paño caiga y que su ceño fruncido cambiara a una mueca de sorpresa. El rubio entrelazo sus piernas, pasando sus brazos por su cintura para abrazarla con cariño, acomodando su cabeza en el hueco de su hombro y cuello, ajeno a la tensión que se había apoderado del cuerpo de Isogai.
El pelinegro aun se encontraba analizando lo sucedido, intentando alejar los nervios que no lo dejaban formula palabra. Miraba hacia todas las direcciones, vacilando sobre como debía reaccionar. Solo eran ellos, no había nadie más alrededor. Es decir, que no encontraba motivos por los que el molesto gusano que sentía en su estomago se moviera de lado a lado, subiendo y bajando como loco por encontrarse en aquella situación.
Sus manos picaban al querer pasarse por las hebras rubias del contrario, enredando sus dedos en los mechones una y otra vez mientras los deslizaba hacia abajo, volviendo a empezar con las caricias. Soltó un suspiro profundo, dejándose llevar por lo que quería hacer, Maehara estaba dormido, así que no tendría de que avergonzarse si lo hacia, la excusa de que él se lo había pedido gracias a la fiebre era valida, y estaba dispuesto a usarla si la necesitaba. Pero, solo si era realmente necesario. Después de todo, aferrarse de la misma manera al cuerpo contrario no le disgustaba para nada
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
(So cuteeeee😻)
Gente, cambie el separador uwu, ¿Les gusta?, le doy las gracias a DecchanYuu por haberlo hecho. Muchas gracias, Cariño❤️
Recuerden avisarme si ven algún intruso o faltas de ortografía que no llegue a notar.
