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•ᵈᵃʸ 15: In another style of clothing/En otro estilo de ropa•
La ropa descansaba en cada rincón de la sala, como si hubiera sido lanzada en medio de una búsqueda. Hubo suerte de que nada estuviera roto o agrietado, de lo contrario, la confusión en Isogai pasaría a volverse un enojo que no se le quitaría con un simple perdón.
Se adentro por completo a su hogar, suspirando y comenzando a levantar las prendas en su camino, reconociendo algunas que le pertenecían. Se dirigió hacia la habitación que compartía con el rubio, dispuesto a acomodar aquello en donde correspondía, pensando en el monologo con respecto a la organización y limpieza que le daría cuando lo viera, con la intención de hacer sangrar sus oídos con tanta palabrería. Aunque sabia que seria un perdida de tiempo que solo duraría veinticuatro horas.
Sonrió debido a sus pensamientos, y abrió la puerta de la habitación en el momento justo en el que un saco de color beige impactaba en su cabeza, cubriéndole el rostro. Los pasos contrarios se acercaron con rapidez
—Lo siento —la prenda fue retirada de su cabeza con ayuda de Maehara, quien con la miraba con una sonrisa. Isogai ladeo su cabeza, mirando el desastre detrás del rubio
—¿Porque todo esta revuelto? —dejo la ropa que tenia en manos en el suelo, haciéndose paso para ver con más claridad el estado de la habitación— Maehara, explica. Ahora
No estaba enfadado, eso era un avance, pensó el nombrado, posándose delante del pelinegro para obtener su atención. Sonrió coquetamente, apoyando su peso en una de sus piernas mientras lo miraba fijamente, enseñándole con orgullo el estilo que logro imitar de una de las revistas de moda que estaban olvidadas en un cajón junto a libros viejos. Su vestuario se basaba en épocas pasadas, más conocido como estilo retro/vintage, en donde prefirió combinar antes que optar por una era en si, eso explicaba el huracán que Isogai quiso limpiar.
Maehara dio un pequeño giro, acabando con su modelaje improvisado, a la espera de alguna reacción por parte del pelinegro
—¿Y bien? —el contrario se encogió de hombros, acercándose para tomar su ropa, mirándolo de pies a cabeza
—Es raro verte de esta manera, pero no desagrada —coloco sus manos en su cintura—Me gusta
El rubio se acerco, tomando sus mejillas con delicadeza para besar sus labios, provocando un bonito sonrojo en su pareja al no esperarse aquello. Por su mente paso la idea de preguntarle que le diría si una bolsa de basura lo cubriera entero en lugar de ropa, pero enseguida la descarto, a los ojos de Isogai siempre se vería precioso, así como pasaba con él cuando se trataba del pelinegro
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(Wey, ¿Soy la única que los ve versátiles?. Aunque igual, aguante Isogai pasivo)
Disculpen por no haberlo publicado ayer, se me re paso. En fin, espero que les haya gustado
