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•ᵈᵃʸ 6: Wearing the other's clothes/Vistiendo las ropas del otro•
Se giro hacia el espejo de cuerpo completo que adornaba una esquina de la habitación, mirándose por todos los ángulos posibles. La ropa que portaba, la cual le pertenecía a Maehara, le quedaba como si fuera la propia. Siempre lo veía, el uniforme escolar le sentaba bien, aunque prefería verlo con ropa casual y cómoda, no se quejaba. Ambos tenían una figura parecida, por lo que tranquilamente podrían tomar las ropas contrarias, sintiendo el aroma del otro impregnado en ellas, al igual que la calidez de la tela.
Sonrió, asintiendo a la imagen que le devolvía el cristal. Tomo entre sus manos el borde del suéter, delineando los detalles con suavidad. Su corazón comenzó a latir con fuerza, podía sentir como si lo estuviera rodeando con sus brazos, manteniéndolo junto a su cuerpo en un agradable y cálido abrazo.
Desde que había formalizado una vez sus sentimientos fueron aclarados, los abrazos y besos eran lo más común entre ambos, a pesar de que Isogai tenia una leve inclinación por lo primero, le gustaba recibir los besos del rubio como también dárselos. Los sonrojos seguían apareciendo, al igual que la timidez, pero a los ojos de Maehara eso era terriblemente adorable, ocasionando que quisiera asfixiarlo en un largo abrazo mientras dejaba repetidos besos en su cabeza. Suspiro profundo, abrazándose así mismo, no le gustaba sentirse dependiente, pero recordar cada una de las acciones de su pareja lo hacia necesitarlo y extrañarlo, aunque en aquel momento se encontraban en la misma casa, el rubio estaba en la ducha, o al menos eso creía, la regadera había dejado de oírse desde que se paro delante del espejo.
Se giro con el ceño fruncido, congelándose en el lugar al ver a Maehara allí de pie, mirándolo con una bella sonrisa en su rostro y un tenue rubor. Isogai rio, cubriéndose el rostro con las manos, sintiendo como los brazos contrarios lo rodeaban con dulzura. Correspondió el abrazo, apoyando su mentón en su hombro de manera relajada
—Lo siento, estaba sobre tu cama y lo tome sin pensar— el rubio se alejo para mirarlo, haciendo un vago ademan con su mano
— Es una bonita vista, no te preocupes
Dejo un beso en su mejilla, sentándose en la cama y palmeando el lugar a su lado para el pelinegro, quien inmediatamente se situó al lado, apoyando su cabeza sobre su hombro mientras entrelazaba sus manos. Paz, ambos se encontraban envueltos por ella, comenzando una conversación que acabaría con la poca energía que tenían, llevándolos al mundo de los sueños, en donde se abrazaron inconscientemente bajo las mantas, sintiéndose acompañados
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Más vale tarde que nunca uwu. Espero que les haya gustado, cualquier error sera corregido, no se preocupen.
