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•ᵈᵃʸ 24: Making up after the fight/Reconciliándose después de la pelea•
No sabia que estaba haciendo allí parado a un lado de la puerta, debatiéndose entre si entrar o no. Maehara lo había llamado, necesitaban arreglar las cosas sin tomar decisiones apresuradas que los hiriera a ambos, por lo que mientras el rubio lo esperaba moviendo su pie de arriba a abajo con nerviosismo, Isogai estaba preparándose mentalmente para lo que podría llegar a suceder luego de que abandonaran el lugar.
Había muchas opciones, cualquiera de ellas podrían marcar lo que seria la continuación de su relación o el final de la misma.
Suspiro profundo, adentrándose al local con la seriedad pintando cada facción de su rostro. Seriedad que decayó al estar frente a frente con Maehara. Sonrieron con timidez y con un rubor en sus mejillas, tomando asiento.
—Yo... bueno... —el rubio carraspeo, removiéndose con incomodidad— Necesito que me escuches y luego podrás decidir si aun quieres estar conmigo
Isogai lo miro con un deje de sorpresa, asintiendo con lentitud a sus palabras, acomodándose en la silla como si se tratara del estreno de alguna película que ansiaba ver
— Es verdad, yo he ocultado lo nuestro de ella. Fue algo estúpido, lo se, pero eso no significa que tenga vergüenza de ti, de lo que siento, de lo que tenemos —apoyo su mano sobre la contraria con suavidad— Es mi culpa por no haber pensado en ti y gracias a eso te lastime, solo que... creí que las cosas no cambiarían porque jamas te enterarías —Isogai se cruzo de brazos, mirando hacia abajo
—Al final si lo hice...
—Lo se, lo se. No debería haber mentido, aunque ya no debes preocuparte por eso —suspiro, echando un vistazo hacia la puerta— Ya le he explicado todo y ambos merecen una disculpa de mi parte
El pelinegro frunció el ceño, girando ligeramente su cabeza hacia atrás, encontrándose con la castaña acercándose a su mesa. Giro hacia adelante soltando un suspiro e inclinándose para susurrar
—Esto no era necesario...
—Esto era absolutamente necesario. Hare lo que sea para que no te alejes de mi y para que esto no se vuelva a repetir —coloco una mano en su mejilla— No me importa lo que haces o dejas de hacer. Quiero saber si estas dispuesto a regresar conmigo. Quiero saber si estas dispuesto a perdonarme. Quiero saber lo que deseas en este instante, y si aun me amas así como yo a ti te amo
El tiempo separados logro poner los pensamientos en orden, ocasionando que las situaciones y palabras dichas durante la discusión aparecieran en sus mentes, en donde escucharon con claridad a lo que se referían, entiendo los motivos contrarios así como también el porque del enojo.
Entrelazaron sus manos, y con un firme apretón que dieron, soltaron a la vez y con una sonrisa lo que deseaban.
No te dejare ir
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Gente, disculpen la demora. Hoy empece las clases y estoy hecha verga. Espero que les haya gustado, nos leemos mañana
