30 days OTP challenge |ᵐᵃᵉⁱˢᵒ|

Dᴀʏ 9✓

•ᵈᵃʸ 9: Hanging out with friends/Saliendo con amigos•

—Vamos, Karma y Nagisa ya están allí— Isogai frunció el ceño con confusión, tomando su mano

—Creí que seria una cita intima— Maehara se encogió de hombros con una sonrisa

—Irían al mismo lugar, así que nos encontraríamos y acabaríamos por juntarnos, solo me adelante a los hechos

La noche oscura con estrellas que hacían notar su presencia gracias al brillo que le daban al cielo despejado era una señal para salir, apreciar el bello paisaje mientras caminaban por las calles o simplemente iban a un restaurante, sentándose junto a la ventana en donde la luz de la luna pudiera iluminarlos, formando un ambiente romántico, exactamente como tenían planeado hacer, solo que el ambiente cambiara al ocupar la mesa con otras dos personas.
Tan parecido a las citas dobles, con la diferencia de que ellos eran amigos y se conocían lo suficiente como para saber como acabaría todo

(...)

Al entrar, la elegancia (Barata) del lugar los dejo encandilados.
La luz amarilla de las lamparas cristalinas del techo, las cortinas largas de terciopelo rojo, las mesas redondas y con las vajillas perfectamente ordenadas (También baratas). Todo hacia una bonita combinación que llamaba la atención desde las amplias ventanas que mostraban al exterior el interior.

El recorrido fue interrumpido por una voz y un brazo elevándose mientras se agitaba en su dirección. Las cabelleras llamativas de la pareja que los acompañaría en la velada se hicieron notar en medio de tantas matas azabaches y castañas, por lo que llegar a ellos fue fácil.

Se saludaron amigablemente, comenzando, al instante en el que se sentaron, una amena conversación que lograba sacar una que otra risa en los presentes.
Ya se habían decidido por lo que comerían, pidiendo una bebida mientras esperaban el pedido, lo cual fue una muy mala decisión de parte del rubio. El alcohol con el estomago vació era algo que había que evitar si eras consciente de lo que podía hacerle a tu cuerpo, más aun cuando la tolerancia no era alta.
Pongamos el ejemplo de Isogai y Nagisa.

Sus copas, las cuales anteriormente se hallaban generosamente llenas (Cortesía de Karma), en poco tiempo quedaron totalmente vacías debido a la excusa de El restaurante es muy caluroso, comenzando así, un trago detrás del otro. Aunque no era del todo mentira, la cantidad de personas no pasaba el limite que se necesitaba para poder decir que el restaurante estaba a punto de estallar, pero aun así, el aire frio no entraba ni por casualidad.

Karma y Maehara detuvieron su platica abruptamente al oír unas risas escandalosas junto con golpes en la mesa. Como si fuera una coreografía antes ensayada, ambos giraron su cabeza, encontrándose con el estado de borrachera de sus respectivas parejas.
Las mejillas de ambos estaban rojas y las sonrisas tontas en sus labios las acompañaban. El cabello corto de Nagisa estaba apuntando en distintas direcciones mientras que el de Isogai parecía un sauce llorón. Ambos se habían despojado de las asfixiantes corbatas, desabrochando los dos primeros botones de la camisa que llevaban, intentando liberarse del calor que había comenzado a subir y bajar por sus cuerpos.
Detuvieron el intento de conversación al sentir un par de ojos sobre ellos, encontrándose con las miradas de sus parejas. Una curiosa, otra preocupada.
Levantaron sus manos, moviendo sus dedos con lentitud al saludar mientras reían a labios sellados, como si estuvieran haciendo una travesura.

Maehara se acerco a Isogai, tomando sus mejillas

—¿Desde cuando bebes tanto?— levanto dos dedos a la altura de su rostro —¿Cuantos ves?— el pelinegro se acerco, mirándolos desde muy cerca, casi tocándolos con la punta de su nariz

—C-Cuatro... ¡No!, tres— las palabras salían atropelladas de su boca, pero el rubio lograba entenderle

—¿Y ahora?

Isogai volvió a acercarse, pero sus ojos se dirigieron a los contrarios, mirándolo fijamente.
Abrió su boca, pero ninguna palabra salio, solo su lengua, la cual deslizo con lentitud de abajo hacia arriba por el único dedo levantado de Maehara, el indice.

El rubio se sonrojo levemente, la faceta atrevida de Isogai rara vez se daba a conocer, y esa ocasión había sido una en la que la pudo apreciar desde primera fila

—Maehara— el nombrado se giro al oír su nombre. Karma sostenía a un Nagisa a punto de caer redondo al sueño —Lo llevare a casa, ¿Necesitas ayuda?— el rubio negó, agradeciéndole con un gesto

—Estará bien, ve con cuidado

(...)

Su cabeza dolía y al menor ruido posible parecía retumbarle de manera inaguantable, pero ese no era el problema. El problema era que misteriosamente recordaba cada detalle de lo que había sucedido, y su único refugio era esconderse debajo de las mantas, en donde con un gran sonrojo se lamentaba por haber coqueteado descaradamente con Maehara, SU pareja

(Esa mano Hiroto...)

Disculpen la demora, espero que les haya gustado.
Nos leemos mañana