HoSeok es el sirviente real del príncipe TaeHyung, uno muy particular.
«La desgracia de un ser que desprendía inocencia, la humanidad jamás estará lista para enfrentar la pureza»
➤ ʜᴏsᴇᴏᴋ ʙᴏᴛᴛᴏᴍ
⊗PROHIBIDA LA COPIA DE ESTA OBRA. ASÍ MISMO NO AUTOR...
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5 años después.
—Me encanta estar dentro de ti.
HoSeok tembló cuando SeokJin susurró sobre su oído, adentrando su pene en su abertura. Acababa de despertar recién, apenas lo hizo notó que estaba desnudo y se maldijo a sí mismo por haber despertado antes de que SeokJin terminara de jugar con su cuerpo. Sintió como SeokJin lo sujeteba de la cintura detrás de él y levantaba su pierna para tener mejor comodidad al penetrarlo.
—SooBin necesita un hermanito, ¿no lo crees?—Volvió a hablar el mayor, aumentando de a poco la intensidad de sus embestidas y HoSeok no pudo evitar que un gemido saliera de su boca. De esta manera, SeokJin se quedó completamente quieto y HoSeok tenía ganas de llorar por haber tenido tal descuido.—Estás despierto.—Afirmó SeokJin poco después.
Pronto, HoSeok sintió que el mayor salía de él solo para hacer que se girara en su lugar y se miraran cara a cara. Los ojos del pelirrojo estaban acuosos, a punto de romper a llorar. Odiaba estar despierto cuando SeokJin lo tomaba, era constantemente obligado y SeokJin se aprovechaba de que en ocasiones simplemente HoSeok no podía moverse. Se sentía indefenso, inútil y desesperado.
De nuevo, SeokJin invadió su abertura y HoSeok abrió su boca con sorpresa, el mayor sonrió y pasó su lengua por sobre sus labios, disfrutando de la sensación que le brindaba la apretada entrada de su esposo. Gimió ronco y bajó para pasar su lengua por el cuello de HoSeok, escuchando un gemido por parte de este.
—Seokie... ¿no quieres otro bebé?
El menor se encontró con los ojos del rey y negó con la cabeza.—P-por favor...
—Por favor qué, HoSeok.
—Y-yo... ¡ah!
SeokJin sonrió de lado.—Lo encontré.—Dijo en un susurro y arremetió en el mismo lugar una y otra vez, escuchando con gusto los gemidos adoloridos de HoSeok mezclados con la excitación.—Sí quieres otro bebé. Me darás otro heredero.
HoSeok apretó los labios y negó con la cabeza.—N-no... mhg...
—¿No? ¿Y por qué no, Seok-ah?
El menor apretó las sábanas bajo sus manos sintiendo las embestidas de SeokJin más bruscas en un claro signo de que estaba a punto se terminar, se asustó y rogó a Dios para que no se quedara inmóvil después de venirse.
Y fueron unos pocos segundos después cuando se vino sobre su pecho, manchandose de la sustancia blanquecina.
—Tan lindo, dices que no te gusta esto pero siempre eres el primero en terminar.—Señaló SeokJin, pasando su dedo anular por sobre el semen de su esposo para después lamerlo.
