HoSeok es el sirviente real del príncipe TaeHyung, uno muy particular.
«La desgracia de un ser que desprendía inocencia, la humanidad jamás estará lista para enfrentar la pureza»
➤ ʜᴏsᴇᴏᴋ ʙᴏᴛᴛᴏᴍ
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TaeHyung concluyó que le encantaba sostener la mano de HoSeok. Tan pequeña y suave comparada a la propia. Siempre daba apretones ocasionales debajo de la mesa cuando había reuniones del consejo, nadie sabía que el príncipe TaeHyung estaba comprometido ahora, y menos que lo estaba con su sirviente.
Por supuesto, no podían casarse aún, el rey había dicho que lo mejor sería esperar un poco hasta que él hablara seriamente sobre su decisión ante el Consejo Real. De cualquier modo, ambos sabían que estaban comprometidos, y HoSeok se ponía muy rojo cuando lo recordaba, sus padres aún no tenían ni la menor idea sobre el compromiso, pero desde que el rey denegó el permiso para que el pelirrojo se casara con el capitán Min, dejaron de lado la idea de comprometerlo por el momento.
HoSeok continuaba con sus labores como sirviente de todos modos, el rey dedujo que por el momento era buena idea ocultar todo el asunto, así también tendría un tiempo de leer sobre la historia del reino y los modales necesarios para no ser la burla de los nobles; aunque claro, TaeHyung jamás permitiría que se burlaran de su pequeño Seokie.
-Es una bella noche.-Murmuró TaeHyung.
Las estrellas eran cubiertas por las densas nubes, al parecer pronto caería una tormenta sobre el reino. Ambos se encontraban cerca del estanque del jardín, hacía frío y TaeHyung tenía un brazo sobre los hombros de HoSeok.
El menor frunció el ceño ante lo dicho por el príncipe.-Va a caer una tormenta. ¿Qué tiene eso de bello?
TaeHyung se encogió de hombros.-Las cosechas se verán beneficiadas.
-Los mercaderes no.
-¿Por qué ves lo negativo?
-Es el príncipe, ¿no debería preocuparse por su reino?
TaeHyung bufó.-No será mío de todos modos.
-No diga eso. Podrá no ser el primogénito, príncipe, pero usted es tan importante para sus súbditos como lo son el príncipe SeokJin y el príncipe NamJoon. Nosotros estamos en sus manos. Usted verá por nuestra seguridad.
TaeHyung parpadeó, mirando hacia HoSeok quien se mantenía mirando hacia el cielo nublado. Sonrió, HoSeok era joven pero parecía ser más sabio que cualquiera de su edad. Lo acercó más a sí mismo y volvió a mirar hacia el cielo.
-Tienes razón, Seok-ah.
[...]
NamJoon ya había perdido la cuenta de las veces en las que JungKook había tomado su cuerpo. Fue difícil la primera vez, aún más cuando el mayor se había percatado de que él ya no era virgen. En realidad, NamJoon creyó que JungKook lo mandaría de regreso a su reino, pero tan solo pareció que el nuevo rey había sufrido un ataque de celos y lo tomó sin piedad una y otra vez hasta dejar marcas en todo su cuerpo y un terrible dolor que no se desvaneció hasta que pasaron los días.
