HoSeok es el sirviente real del príncipe TaeHyung, uno muy particular.
«La desgracia de un ser que desprendía inocencia, la humanidad jamás estará lista para enfrentar la pureza»
➤ ʜᴏsᴇᴏᴋ ʙᴏᴛᴛᴏᴍ
⊗PROHIBIDA LA COPIA DE ESTA OBRA. ASÍ MISMO NO AUTOR...
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Después del incómodo silencio por el que todos tuvieron que pasar debido al ruido de la copa cayendo sobre el suelo, el rey no dudó en levantarse de su lugar e ir hacia NamJoon para abrazarlo y felicitarle, diciéndole palabras lindas sobre lo emocionado que estaba de poder ver a su primer nieto. TaeHyung también se levantó, dirigiéndose hacia JungKook para felicitarle de igual manera. SeokJin, por su parte, se levantó tan solo para salir del lugar, sin mirar a nadie.
HoSeok le siguió con la mirada e hizo una mueca, esto no pintaba nada bien, sin embargo, decidió centrarse en la felicidad de NamJoon quien parecía más que contento con la noticia de su primer hijo. Aún así, HoSeok no podía parar de sentir lástima al recordar la clase de hombre con el que NamJoon se había casado, pero así serían las cosas al parecer, JungKook tenía poder.
TaeHyung le llamó para que se acercara y HoSeok, sin dudarlo, lo hizo, NamJoon le sonrió con amabilidad y sostuvo su mano para guiarla a su plana barriga.
SeokJin estaba estresado, lanzando cada cosa dentro de su habitación, el espejo ahora estaba roto, pero ningún guardia se atrevía a entrar a la habitación del heredero, el sirviente del príncipe se encontraba en una esquina, su mirada hacia el suelo y sosteniendo sus propias manos mientras intentaba parar de temblar por el miedo que le ocasionaba el príncipe SeokJin.
-Vete.-Susurró SeokJin.-¡SAL DE AQUÍ, MALDITA SEA!-Gritó. El sirviente no lo dudó ni un segundo hasta que salió corriendo de la habitación del príncipe.
SeokJin miró hacia los trozos del espejo roto, sus puños estaban ensangrentados y apretados, intentando contener la furia que aún parecía tener guardada. Recordó la gran sonrisa de NamJoon, de JungKook... de su padre.
Soltó un fuerte grito antes de tomar una de las sillas dentro de la habitación para arrojarla hacia la ventana, causando un ruido ensordecedor que probablemente pudo ser escuchado por todo el reino. Tomó una larga y lenta respiración, escuchó la puerta de su habitación siendo abierta y observó a JiMin mirándolo con preocupación.
-Príncipe SeokJin, usted-...
-Desnúdate y acuéstate sobre la cama, JiMin.-Interrumpió SeokJin.-Ahora mismo, maldición.-Dijo más fuerte cuando el sirviente no se había movido.
JiMin se tambaleó antes de comenzar a hacer lo que se le había ordenado, mirando con duda hacia SeokJin que ahora seguía observando hacia la ventana, pareciendo estar en su propio mundo lleno de dudas.
[...]
El rey había tenido otra recaída una vez que NamJoon se marchó del reino. JungKook debía irse rápido para continuar manteniendo el orden en Neraia, y claramente no podía marcharse sin su esposo. El rey repentinamente había sentido un fuerte dolor de cabeza que le hizo tambalearse y TaeHyung no dudó en ayudarle para que fueran hacia su habitación y poco después llamaran a la doctora que no tardó en aparecerse.
