HoSeok es el sirviente real del príncipe TaeHyung, uno muy particular.
«La desgracia de un ser que desprendía inocencia, la humanidad jamás estará lista para enfrentar la pureza»
➤ ʜᴏsᴇᴏᴋ ʙᴏᴛᴛᴏᴍ
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Min YoonGi había conocido a Jung HoSeok cuando este tan solo tenía cuatro años, el pequeño niño pelirrojo siempre estaba sonriendo mientras ayudaba con el jardín, en ese entonces YoonGi tenía dieciséis años y ya sabía lo que quería.
Ese pequeño niño sería de su propiedad tarde o temprano.
Recuerda bien como HoSeok se le acercó con un diente de león entre sus pequeños dedos, lo extendió para él y le dijo que eran de buena suerte y que además concebían deseos. YoonGi estaba con sus brazos cruzados mientras se recargaba en un árbol cuidando de lejos al príncipe JungKook quien se encontraba charlando con el príncipe SeokJin.
—Es solo una planta, no la quiero.
Había dicho YoonGi ignorando al niño pelirrojo que aún se mantenía con su manita alzada.
—Mamá me dijo que hace magia.
Habló el pequeño HoSeok, sonriendo a pesar de la mala cara que YoonGi le estaba dando. YoonGi se rascó la nuca y después de meditarlo un momento tomó la flor.
—Debe pedir algo antes de soplar.
Mencionó HoSeok, apuntando la flor y soplando como ejemplo. YoonGi sonrió, colocándose de cuclillas para quedar a la misma altura de HoSeok. Sopló sobre aquella flor provocando que la semilla saliera volando justo en el rostro de HoSeok quien se rio y colocó sus manitas sobre su rostro, estornudó y YoonGi le sonrió, acariciando el suave cabello del menor.
—¡¿HoSeok?!
El mencionado miró hacia la dirección donde le llamaban, su madre parecía estarlo buscando por los jardines más alejados.
—Debo irme, hyung.
YoonGi asintió, acariciando por último la mejilla del niño.—De acuerdo, soy YoonGi, por cierto.
—Y yo soy Jung HoSeok.—El niño dejó un inocente beso sobre la mejilla de YoonGi y se alejó de ahí, corriendo hasta su madre.
YoonGi se puso de pie, recto. Miró a la madre de HoSeok sentirse aliviada para alzar a su hijo entre sus brazos y dejarle un corto beso sobre la nariz, el niño se rio y tocó la zona con diversión. YoonGi miró el tallo aún sobre su mano y sonrió.
Desde entonces, parece ser que YoonGi tomó algún tipo de obsesión por el pelirrojo, el tallo permanecía seco en uno de los libros en su biblioteca, no volvió al castillo desde ese entonces debido al acuerdo de paz roto entre los dos reinos. Ahora que se había encontrado de nuevo con Jung HoSeok, no tenía planes para dejarlo ir. Estaba deseoso por tenerlo entre sus brazos y acariciar cada parte de su cuerpo.
