HoSeok es el sirviente real del príncipe TaeHyung, uno muy particular.
«La desgracia de un ser que desprendía inocencia, la humanidad jamás estará lista para enfrentar la pureza»
➤ ʜᴏsᴇᴏᴋ ʙᴏᴛᴛᴏᴍ
⊗PROHIBIDA LA COPIA DE ESTA OBRA. ASÍ MISMO NO AUTOR...
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—¡¿QUIÉN DEMONIOS TE PERMITIÓ ENTRAR?!—Gritó SeokJin con furia, JiMin trataba de alejarse del agarre fuerte sobre su brazo, comenzó a sentirlo entumido desde hace un momento.
—Suélteme.—Pidió el rubio con voz temblorosa.
La expresión del rey era de completa furia, este mocoso no debía estar en su palacio, él mismo se había encargado de mandarlo muy lejos y hacerle creer que nadie más iba a apreciarlo en este lugar, debió matarlo mientras podía. Sintió un empujón en su costado que le hizo tambalearse y soltar a JiMin, miró incrédulo a HoSeok quien se colocó frente a su hermano mientras lo observaba molesto.
—No toque a mi hermano. ¡Nunca vuelva a tocar a mi hermano!
SeokJin soltó una risotada sin gracia.—¿Me estás prohibiendo cosas, HoSeok?
—¡Sí! Usted no vuelve a poner ni una mano en JiMin.
El rey no podía creer lo que escuchaba, ni siquiera HyunJin quien se encontraba perplejo por las palabras del príncipe HoSeok. WheeIn no terminaba de asimilar la situación, tan solo pensando en las mil y un formas en las que la torturarían por haber permitido el acceso de JiMin al palacio.
SeokJin sonrió, estiró su mano y sostuvo la nuca del menor con fuerza para acercarlo más de forma abrupta haciendo que HoSeok soltara un jadeo de asombro.
—¿Quién te has creído que eres, HoSeok?
La expresión de HoSeok no cambió, aún con una mirada desafiante tomó el brazo de SeokJin que sostenía su nuca y trató de hacer que lo soltara.
—Soy su esposo legítimo. He dado a luz a su heredero.
—Por supuesto que lo has hecho, tal cual hubiese hecho cualquier otra mujer que incluso pudo haber sido una hermosa princesa de un reino que hubiese fortalecido al mío.
JiMin podía apreciar la manera en la que HoSeok temblaba a pesar de ver de una forma tan desafiante al rey.
—Quizás es así, pero usted no quería a cualquier princesa hermosa, ¿cierto, su majestad? usted me quería a mí, le he sido sumiso durante los últimos cinco años sin exigir nada. Ahora, solo esta vez, le suplico que deje a mi hermano en paz... y que le permita quedarse a mi lado.
—¡Imposible! Tu hermano está casado y como hombre debe proveer el alimento a su familia a las afueras del reino.
JiMin apretó sus labios y se tomó unos momentos para armarse de valor y hablar: —Mi esposa ha muerto hace dos años, hubo una tormenta que destruyó las cosechas en la granja y perjudicó al ganado, una enfermedad azotó a las afueras y dejó a muchos muertos, entre ellos mi esposa.
