HoSeok es el sirviente real del príncipe TaeHyung, uno muy particular.
«La desgracia de un ser que desprendía inocencia, la humanidad jamás estará lista para enfrentar la pureza»
➤ ʜᴏsᴇᴏᴋ ʙᴏᴛᴛᴏᴍ
⊗PROHIBIDA LA COPIA DE ESTA OBRA. ASÍ MISMO NO AUTOR...
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HoSeok iba a vomitar.
Había soportado durante toda su vida cualquier cosa que el rey SeokJin había hecho hasta este momento, permitió que hiciera lo que se le plazca con él durante cinco largos años, resistiendo de manera sumisa cualquier situación que se presentara.
Pero esto... esto era asqueroso. Esto había sobrepasado cualquier actitud enfermiza de SeokJin. SooBin ahora parecía muy irritado mientras WheeIn lo arrullaba caminando por su habitación. Después de aquella noticia anunciada por SeokJin, el rey JungKook se tomó un tiempo para quedarse en silencio por un rato hasta que al final solo sonrió levemente y respondió:
-No tomemos decisiones apresuradas sin discutirlas antes, rey Kim.
Y así, ambos hombres se dirigieron al salón del consejo para hablar a solas, no sin antes mandar a HoSeok a su habitación con su hijo sin el permiso de que alguien entre a esta además de su sirvienta y siendo vigilado por dos guardias en la entrada.
-Se ve muy pálido, mi príncipe.-Habló WheeIn, SooBin parecía estarse tranquilizando en sus brazos después de tanto tiempo.-¿Necesita algo? Puedo solicitar medicina al doctor principal.
HoSeok negó con la cabeza, apretó con sus dedos el puente de su nariz y luego suspiró.-Esto es horrible, no puedo permitir algo así.
WheeIn parpadeó sin comprender.-Príncipe HoSeok, ¿puedo saber qué es lo que sucedió?
—Ese loco... ese maldito loco planea que su enfermedad se esparza por todos...
—¿Cuál enfermedad?
HoSeok no respondió, en cambio mordió la uña de su pulgar mientras miraba por el gran ventanal de su habitación, las cosas no iban a mejorar, todo parecía ir empeorando yendo cuesta abajo. Las cosas seguirían así si él no hacía algo, tenía que hacer algo pronto.
Se giró cuando escuchó una pequeña carcajada de parte de SooBin y miró hacia su bebé quien mostraba su pequeña sonrisa mirándolo fijamente, parpadeó y caminó hasta él para cargarlo en brazos.
—Mi dulce bebé.—Susurró, lo acurrucó en su pecho y dejó un beso en su pequeña cabeza.—Nadie tiene derecho a gobernar tu destino.
WheeIn hizo una pequeña mueca, perdida al no saber con exactitud qué se supone que había ocurrido en el comedor, ni siquiera sabía quiénes eran los invitados del rey. Pero podía ver lo afectado que se encontraba el príncipe HoSeok ante la situación y eso era preocupante.
La puerta fue golpeada con excesiva fuerza y WheeIn frunció el ceño, le dirigió una mirada al príncipe HoSeok quien sujetaba alerta a SooBin en sus brazos, la criada se acercó a la puerta y sujetó el picaporte acercando su oreja a la puerta para intentar escuchar algo, pero no había ni un ruido al otro lado, respiró con lentitud antes de abrir la puerta hasta que quedara el suficiente espacio para descubrir quién estaba afuera, había un hombre alto con una armadura que cubría completamente su cuerpo y cabeza, soltó una exhalación de sorpresa e intentó cerrar la puerta pero no lo logró a tiempo cuando esta fue abierta con fuerza, prácticamente empujando a la chica. HoSeok gritó y sujetó con más fuerza a su bebé, dando la espalda al sujeto.