Uno

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-Esa es mi última palabra, TaeHyung.-Habló el rey, fuerte y claro mientras continuaba con el papeleo sobre su escritorio, su hijo menor de pie frente a él mientras apretaba los puños.

-¡Yo no necesito ningún sirviente personal! Es tedioso ser perseguido por todo el palacio.

-No es decisión tuya.-El hombre de pelo canoso se levantó de su lugar. Firme, demostrando su autoridad.-Eres un chiquillo descuidado y ya has logrado que más de cinco sirvientes renunciaran a estar cerca tuyo. Estoy cansado de tu actitud mimada, de hoy en adelante tendrás un sirviente personal.

TaeHyung frunció el ceño, realmente pensó que siendo el menor de los hijos del rey no tendría tantos problemas ni responsabilidades, se supone que SeokJin se encargaría del trono y él no tendría más preocupaciones.
Que equivocado estaba al creer que su padre jamás le prestaría atención y le dejaría hacer lo que le plazca.

-De acuerdo.-Dijo él, su voz cargada de rencor.

Salió de la oficina de su progenitor y se encaminó a su habitación. Ignorando las reverencias que los sirvientes le otorgaban en el camino.

-Señor, ¿me permite hablar libremente?-Preguntó LeeHi, la sirvienta personal del rey, cuando ambos se quedaron solos.

El hombre mayor aprobó lo dicho por la mujer mientras tomaba asiento y se recargaba en su lugar.

-El joven TaeHyung no conoció a su madre y usted pasa muy poco tiempo a su lado, agreguemos que sus hermanos están siempre ocupados y no tienen tiempo para hablar con él. Quizás se siente solo y por ello se comporta de esa manera.

-LeeHi, mi hijo está a punto de cumplir los diecinueve años, él será el capitán de las tropas reales muy pronto. ¿Qué dirá el reino cuando se enteré de todos los desastres que ha ocasionado?

-¿Y cuál es el objetivo de que tenga un asistente real?

-Conseguí a un muchacho especial, es hijo de mi más preciada cocinera. Esto le ayudará a desarrollar un sentido de protección.

La joven mujer asintió y volvió a su lugar a un lado del rey esperando sus órdenes.

[...]

-"Tienes que madurar, TaeHyung"-Dijo el joven de pelo plateado con una exorbitante voz aguda mientras caminaba a su habitación.-¡Exagera!, ni siquiera causé tantos proble-... ¡Ah!

El principe cayó al suelo después de tropezarse con algo, o mejor dicho, alguien.

-¿Pero qué?-Observó al muchacho frente a la puerta de su habitación durmiendo plácidamente.

TaeHyung se levantó con una ceja alzada y se acercó al joven de cabellera rojiza, lo empujó levemente con su pie esperando que se moviera pero no logró nada. Se colocó de cuclillas y miró al chico más de cerca.

-Oye.-Dijo y dio delicadas palmadas a una de las mejillas del pelirojo.-¡Hey!-Alzó la voz.

El joven por fin abrió los ojos y se levantó quedando sentado mientras pasaba su mano por su rostro, tratando de adaptarse a la luz.

TaeHyung observó al muchacho, su cabello un poco desordenado y sus ropas algo arrugadas. El pelirojo por fin se giró a mirarlo y sus ojos de abrieron en grande levantándose para quedar de pie.

-¡Oh por Dios, lo lamento tanto, príncipe TaeHyung!-Exclamó mientras otorgaba una reverencia al peliplata.-Mi nombre es Jung HoSeok y desde ahora seré su sirviente real.

TaeHyung también se puso de pie y observó al muchacho más bajo que él quien le otorgaba una enorme sonrisa.

-¿Qué edad tienes?-Preguntó.

Acendrado - VhopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora