Las nereidas eran ninfas del mar, en su mayoría eran mujeres y podían mezclarse con los elfos, humanos e incluso con los Maiar y Valar. Ella fueron criaturas que Eru había imaginado y que transmitido hacia los Ainur a través de la música Ainulindalë. Estaban al servicio de Ulmo, su apariencia era de una belleza hipnotizante y como los elfos también contaban con una vida inmortal, pero a diferencia de los elfos su apariencia final llegaba a los 30 años por lo que en apariencia eran más jóvenes y por ende su conocimiento mayor. Las nereidas poseían algunos poderes en los que siempre destacaban la de poder manipular los estados del agua, asi como de una poderosa voz con la que hechizaban a quienes las escuchaban.
Podían salir del agua y andar por la tierra como otros seres, no tenían ninguna escama o algo que las diferenciaba de los elfos o humanos. No tenían ojeras punteadas, pero si tenían un brillo que las hacia ver como resplandecientes estrellas o hermosas perlas.
Para el año en que Thorin junto con trece enanos, un hobbit y un mago llegaron a Rivendel ahí también conocieron a la nereida, una mujer más hermosa que los elfos y supieron ahí su nombre, Mab. Ese era su nombre y gracias a ella los enanos salieron de Rivendel sin ser vistos. Fue detrás de ellos al sentirse conmovida por su trágica, les ayudo incluso cuando fueron capturados por el Gran Rey Thranduil, fue quien le sugirió a Bilbo ir por las llaves cuando se lo encontró en uno de los pasillos del extenso reino. Fue quien más orcos asesino en la persecución río abajo, estaban descansando unos momentos cuando fueron sorprendidos por un hombre. Cuando los enanos se dan cuenta de que hay un hombre allí, saltan y Dwalin, sosteniendo una rama, salta frente a Ori. Levanta la rama y comienza a cargar contra el hombre, pero el hombre dispara su flecha y se incrusta justo en el medio de la rama, entre las manos de Dwalin. Kili levanta una piedra para tirar, pero el hombre dispara la piedra de su mano también.
—Están muertos, si continúan. —advirtió el hombre aun con su arco y flecha lista para disparar, de no ser que la hoja de una larga espada aparece cerca de su garganta.
—Igual que tú. —le advirtió Mab, su espada estaba sobre la garganta del hombre y una daga sobre la flecha.
Sus armas estaban hechas por agua, pero parecían muy sólidas que incluso llego a hacer in ligero corte en la barbilla del hombre. Al verla el hombre se quedó asombrado por su belleza y por su coraje, que se quedó quieto observando en silencio el bello rostro de Mab. Bardo era el nombre del humano, por esos instantes volvió a sentir lo que hace muchos años no había vuelto a sentir.
—Disculpen, pero tú debes ser de la Ciudad del Lago, si no me equivoco. —dijo Balin para romper el silencio. —Esa barcaza que tienes ¿podrías alquilarla, por casualidad? —pregunto Balin, lo que hizo reaccionar a Bardo que fue bajando su arco, al igual que Mab que guardo sus armas. Momentos después el hombre comenzó a subir los barriles vacíos a su barcaza.
—¿Qué les hace creer que los ayudare? —pregunto Bardo.
—Esas botas están viejas, como tu abrigo. Debes tener bocas hambrientas que alimentar ¿Cuántos pequeños? —pregunto Balin, tratando de convencer a Bardo.
—Un varón. —respondió Bardo de aspecto alto y un poco de barba.
—Y tu esposa supongo es una belleza —añadió Balin con una sonrisa. Comentario que hizo detener a Bardo.
—Si... Lo era. —rectifico Bardo con algo de tristeza. Balin se sintió avergonzado y Mab solo bajo la mirada.
—Qué pena no era mi intención. —se disculpó Balin al notar la expresión del hombre.
—Ya basta, basta. Suficiente cortesía. —interrumpió Dwalin.
—¿De que huyen? —pregunto Bardo mientras miraba a todos los enanos y a Mab.
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Oneshots e Imaginas - The Middle Earth
Fantasy* * ⋆ . · ⋆ Esᴛᴏs sᴏɴ ᴏɴᴇsʜᴏᴛs ᴇ ɪᴍᴀɢɪɴᴀs sᴏʙʀᴇ ʟᴏs ᴘᴇʀsᴏɴᴀᴊᴇs ᴅᴇʟ ᴍᴜɴᴅᴏ ᴅᴇ ʟᴀ Tɪᴇʀʀᴀ ᴍᴇᴅɪᴀ. Sɪ ϙᴜɪᴇʀᴇɴ ᴀʟɢᴜɴᴏ ᴇɴ ᴇsᴘᴇᴄɪᴀʟ ʏ ᴅᴇᴅɪᴄᴀᴅᴏ ᴘᴜᴇᴅᴇɴ ᴇɴᴠɪᴀʀᴍᴇ ᴍᴇɴsᴀᴊᴇ ᴏ ᴇɴ ʟᴏs ᴄᴏᴍᴇɴᴛᴀʀɪᴏs. ʕ•ᴥ•ʔ ˚ ˚ ✦ ⋆ · * ┌───────── •✧✧• ─────────┐ ...