Imagina ser la esposa de Éomer y para el momento en que le diste la noticia de tu embarazo el fuera muy delicado siempre que te abrazara o incluso llevarte en sus brazos para que evitaras caminar. Por supuesto que asi podías su tierna sonrisa cada que besaba tu vientre cada vez que lo veía avanzar por el bebé.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.