Los días pasaron muy lento y yo todavía no tomaba una decisión. Las cosas que ellos me dieron estaban por todos lados de mi departamento. Las veía todo el día y eso me confundía más y más. Cada tanto me tocaba el cuello como si todavía tuviese uno de los collares puestos. Pero me daba cuenta que ya no había nada y dejaba de buscar.
No puedo creer que solo necesitaba dos semanas para acostumbrarme a ellos, eso fue suficiente, para que ahora que no los tenga los extrañe un montón. Sus besos, sus caricias, sus cuidados, su protección…
Después de dos días de ponerme la pomada ya estaba bien, tenía unos moretones y unas lastimaduras, pero en unos días más ya no se iban a ver.
Nadie me iba a ver así que decidí ponerme un collar hoy y el otro mañana, solo para sentirme un poco más completa. Hoy me puse el de Javier, porque me exci*taba un poco que ahí decía "Mi gatita" y sin darme cuenta ya me estaba bajando las manos para tocarme. No lo hacía sola hace bastantes días, así que estaba un poco necesitada de mi tiempo a solas.
Me puse un poco de por*no, en donde el chico le metía el miembro en la boca hasta que la chica se ahogaba… Lo que puede parecer algo brusco, pero realmente vi un millón de veces y siempre me exci*tó más que nada. Era uno de mis videos favoritos, porque nunca me fallaba.
Me empecé a tocar y me vine dos veces, pero no era suficiente. Dejé el por*no porque ya estaba exci*tada así que no lo necesitaba.
Bajé mi índice a mi entrada y solo la rodeé un poco, sintiendo mi humedad antes de subir otra vez.
Mientras me tocaba me desabroché el collar, pero todavía seguía agarrado de la hebilla. Tiré del extremo para que funcione como un collar de ahorque y cuando me quedé sin circulación me vine devuelta, en un grito ahogado.
Solté el collar y me lo saqué. Había quedado temblando arriba del colchón. Cambié de posición con la cara en la almohada y seguí tocándome, para venirme algunas veces más hasta que me empecé a cansar.
Cuando me calmé, me levanté y fui al baño a limpiarme. En cuanto me miré, pude notar que me dejé marcas del collar en el cuello, en donde la hebilla me pellizcó la piel, además de unos chuponcitos en el hombro. MIER*DA, mañana tengo que trabajar, espero que no pasen la noche, por las dudas me pase un poco de la pomada que me quedaba. No sé si sirve para eso o solo para el dolor, pero tenía que probar, no pierdo nada.
En ese momento mi idea de hacerme esos chupones era marcarme como si perteneciera a alguien, pero ahora que termine me doy cuenta que eso era una estupi*dez… Esas cosas que se piensan cuando uno está en modo caliente…
Por suerte cuando me levanté a la mañana ya estaba como nueva en el cuello, pero los chupones eran visibles, aunque no me preocupé porque con una remera no se iban a ver. Pero como estos días estaban lindos porque volvieron unos días de calor y yo andaba en musculosa. El clima realmente estaba raro… Mal*dito calentamiento global…
Era viernes y había decidido tomar una decisión mañana. Realmente la estuve posponiendo y posponiendo hasta que me di cuenta de lo mal que hacía. Hoy me iba a encargar de trabajar y relajarme y mañana ya decidía y los llamaba.
Cuando salí de trabajar uno de mis compañeros se quedó hablando conmigo y nos dimos cuenta que estábamos estudiando la misma carrera. Yo no sabía si la iba a seguir o cuándo, pero bueno era la misma carrera igual. Salimos juntos y nos quedamos hablando en la puerta un rato. Nos quejamos de algunos profesores que tuvimos en común y nos reímos. Me di cuenta que teníamos un montón en común. Después de un rato me dijo que estaba con su auto y que me alcanzaba a casa. Obvio que accedí, no iba a negarme a un viaje gratis. No me importaba realmente que él vea en donde vivo. Trabaja en un supermercado y va a la universidad pública, no creo que si viva solo pueda estar mucho mejor.
Cuando me trajo intercambiamos celulares y se fue.
Me cambié a mi musculosa y un jogging y decidí adelantarme e intentar tomar una decisión de con quién quedarme hoy. Por lo tanto pensé que la mejor idea era hacer una lista y anotar todo, para que me resulte más tangible.
Comencé a pensar primero lo que me gustaba de David:
Él me ponía en mi lugar y eso me encantaba, también cuando me decía "buena chica", cuando me besaba la frente lo gentil que era conmigo después de castigarme, cuando me ponía con cuidado la crema, cuando me sonreía con esa sonrisa diabólica antes de castigarme… y como mi corazón entraba en conflicto cada vez que él se encontraba en la habitación.
Además, me di cuenta que lo único que no me gustaba de él era que era frio conmigo, solo eso. No me molestaba tanto lo estricto que era, aunque me gustaría que lo fuera un poco menos.
Después pensé que era lo que me gustaba de Javier y me di cuenta que era un montón:
Su sonrisa, como nos hacía reír, como me trataba muy bien en el día y me acariciaba. Sus besos apasionados. Que me haya dado mi primer beso. Cuando me bañaba tan delicadamente. Las veces que cocinamos juntos… Que siempre este tan de buen humor.
Y también me di cuenta que solo había una cosa que no me gustaba de él, y era como me trató en la noche anterior a mi cumpleaños. Por como me había hablado al día siguiente entendí que las noches anteriores eran como un juego más débil, para no asustarme. Pero esa noche era en serio, y que las próximas podían ser peores o iguales. No estoy enojada con él por mostrarme, porque todos tenemos nuestras dos caras y no le veo ningún problema a eso. Estoy agradecida que lo haya hecho.
… Si tan solo podría elegirlos a los dos, o poder separarlos y elegir lo que me gusta de ellos y hacer un nuevo hombre... Yo sé que pensar eso estaba mal. No tenía por qué cambiar a nadie. Nadie merece tener que cambiar su esencia para ser amado por alguien más… Pero lo pensaba…
Estaba por repasar mi lista cuando unos golpes fuertes en la puerta me asustaron.
¿Qué le pasaba? ¿Me quería romper la puerta? Me estaba asustando. Cuando lo escuché gritar… era David.
—SOY YO, ABRÍ LA PUERTA, ¡YA! —Gritó muy enojado.
¿Qué le hice para que venga a gritarme así? Ni que le hubiera robado algo… ¿Creerá que le robé algo?
Me quedé enfrentada a la puerta, pero no abrí, estaba asustada ¿Es que quería mi respuesta ya? ¿No era que yo me iba a contactar? Paró de golpear la puerta y se comenzó a escuchar otra voz más tranquila.
—Lai, ¿podrías abrir? solo queremos hablar un minuto. —Era Javier.
¿Qué hacían los dos acá? Yo no estaba preparada. Mañana recién los iba a llamar.
_________
El drama tocó la puerta...
Ya se viene la decisión y antes de seguir leyendo pueden hacer sus apuestas abajo.
¿A cuál de los dos quieren? 🦊 o 🐱
Pd: Gracias por las estrellitas en los últimos caps y gracias por las visitas también, porque ya pasé las 700 totales. Los amoooooo, le traen alegría a mis días.
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La Respuesta (Mi Decisión I) +21✔
RomanceLaila era una chica con grandes sueños. ¿Qué hará cuando tenga la oportunidad de cumplirlos? Si tuvieras la oportunidad de elegir entre un dominante y un sadista ¿qué elegirías? Quedan advertidos que la historia es +21, porque tiene violencia, si no...