Capítulo 51

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Tres meses desde el accidente.

Tres meses en que casi la perdimos.

Y tres meses rezando para que despertara del coma.

Ahora que por fin sucedió, no podía si quiera explicar la emoción que sentía en mi interior.

Sowon y yo bajamos del taxi y nos adentramos al hospital casi corriendo. Ya estabamos acostumbradas a ver a los enfermeros, enfermeras y doctores ir de un lugar a otro. A veces caminando, a veces corriendo cuando era una emergencia. Y sobre todo, acostumbradas a esos pasillos por lo que pasabamos todos los días desde que Soyeon está aquí.

Muchos pensamientos pasaron por mi cabeza mientras nos acercabamos a la habitación en donde se encontraba.

No nos dejó.

Mi amiga luchó y despertó del coma.

Sabía que era fuerte.

Cruzamos hacia la izquierda y cuando alzo mi vista, el corazón se me aceleró de tal manera que tuve miedo de que se me fuera a escapar del pecho.

Sentí ese calor en mis mejillas y supe que me había sonrojado.

Frente a la puerta que daba para entrar a la habitación, se encontraban los padres de Soyeon, Yoongi, Hoseok y...Jimin.

Si no fuera porque tenía mi brazo enlazado al de Sowon, ya estaría en el suelo. Las piernas me flaqueaban. No obstante, deseaba continuar y no dar marcha atrás.

Noté que su cabello estaba un poco más largo, y al estar de brazos cruzados mientras hablaba con los chicos, a pesar de estar con una camisa manga larga gris, podía verse sus musculos marcados. Al parecer estuvo haciendo ejercicio.

Su sonrisa seguía siendo hermosa. E insconcientemente, sonreí leve.

Al voltear su mirada hacia el frente, sus ojos se conectaron con los míos, haciendome sentir una corriente electrica correr por mi espalda y sentir mis vellos erizarse. Mi corazón se volvió loco y estaba segura que mi cara debía estar tan roja como un tomate.

Putos mis nervios.

Sus mejillas se habían tornado de un color carmesí y un pequeño dolor oprimió mi pecho cuando bajó su mirada.

─ Hola ─Sowon saluda llamando la atención de todos─. ¿Cómo está, Soyeon?

Me parecía increíble que no pudiera artícular palabra. Quería mirarlo de nuevo, pero fuí fuerte y me contuve.

─ Está bien ─Sunhee tenía sus ojos rojos y un poco hinchados, señal de que estuvo llorando. Sin embargo, ella mantenía una sonrisa sobre sus labios. Estaba feliz─, el doctor, está allá adentro junto con dos enfermeros.

─ ¿Cómo pasó? ─cuestionó mi amiga con sus ojos cristalizados. Tenía muchas emociones adentro. La conocía, además, yo estaba igual.

─ Yo estuve cuando eso ─habló Daewook colocandose al lado de su esposa─. Sunhee había salido a la cafetería un momento y yo me quedé con Soyeon. No mucho después de eso, escuché la maquina que marca el ritmo de su corazón hacer ruido ─negó con su cabeza y continuó pero en un tono bajo─, me asusté mucho. Llamé al doctor, y cuando volví la encontré despierta. M-me sorprendió y llenó de alivio ─Daewook era y daba la impresión de ser un hombre fuerte. De esos que ves y piensas que nunca lloraría frente a los demás, sin embargo, cuando se trataba de su hija dejaba eso de lado y mostraba un lado sensible e incluso amoroso que no muestra frente a todos─. Cerraba sus ojos y los volvía abrir con lentitud. Hasta que los dejó abierto y empezó a desesperarse cuando sintió el tubo en su garganta. Tuvieron que administrarle anestesia para tranquilizarla y poder retirarle el tubo.

─ Ahora sólo esperamos a que salgan y nos den noticias ─agrega Sunhee.

Las dos asentimos.

Miro a Sowon y ella me toma del brazo llevandome a un rincón un poco apartados de ellos.

─ ¿Y bien? ─su pregunta me hace fruncir el ceño. Me mira fijamente para al final rodar sus ojos al ver que no la entendía─. ¿Cómo te sientes? ─mira atrás disimuladamente y luego a mí─. Ya sabes, con que él...esté aquí.

No quise evitarlo y ladeé un poquito mi cabeza, impresionandome el hecho de que él desvió a su mirada al momento de yo mirarlo.

¿Por qué eres tan tierno?

─ Me siento nerviosa ─revelo y vuelvo a verla. Y sí, le había contado a Sowon lo que pasó con Jimin. Recuerdo su sonrisa al confersar mis sentimientos y su mirada de furia cuando supo que le había pedido alejarse. Recuerdo que me hizo la ley del hielo por dos días seguidos, pero se le pasó cuando le mostré sus galletas preferidas. Aún así cuando tiene la oportunidad, me hace saber lo mal que estuve al decidir alejarlo─. No tenía idea de que estaría aquí.

─ A lo mejor pensó que estarías en el trabajo.

─ Es una posibilidad.

Y los siguientes minutos se fueron en conversaciones triviales. Y de vez en cuando, con las mejillas sonrojadas él y yo compartíamos miradas tímidas.

Una vez que vimos al doctor Kim salir de la habitación junto con los enfermeros, fuimos directamente hacia él.

─ Los signos vitales de Soyeon ya se han normalizado ─Seokjin informa con una pequeña sonrisa. Él también se le veía feliz ─. Y con toda la seguridad puedo decirles que su hija ─miró a los mayores y luego a nosotros─, y amiga, ha logrado salir del coma ─todos sonreímos tras escuchar esas palabras.

─ ¿Podemos verla? ─inquirió Hoseok.

─ Todavía no ─respondió─. Recuerden que tuvimos que anestesiarla, pasará un par de horas antes de que despierte de nuevo. Cuando eso pase, vendré de nuevo para chaquear que todo siga en orden, ya luego podrán verla.

Asentimos.

─ De acuerdo, Doctor ─dice Daewook─. Esperaremos el tiempo necesario.

Él asiente y sin más nada que decir, se retira con los enfermeros.

Todos sonreímos con alegría y nos dimos un fuerte abrazo, menos Jimin y yo.

Y en medio de esa felicidad, volví a mirarlo. Le dijo algo a Yoongi y Hoseok para luego despedirse.

Y al pasar por mi lado, el corazón se me detuvo para ir a un ritmo increíblemente veloz al nuestras miradas encontrarse por un segundo. Lo miré irse hasta perderlo de mi vista, deseando con toda mi alma correr trás de él y decirle lo que realmente sentía.

Pero no fue así, sólo fui una cobarde y me quedé ahí, sin hacer nada.

RESILIENCIA //PARK JIMIN//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora