Una hora más tarde
Luego de haber manejado sin rumbo alguno por las calles de Busan en busca de tranquilidad, Jimin abre la puerta del departamento soltando un cansado suspiro.
Mihna, quien se encontraba en la sala leyendo un libro ve a su hijo avanzar perdido en sus pensamientos.
─ ¿Esta bien, Jimin? ─inquiere dejando de lado su libro.
El pelinegro quiere decirle que sí, pero no lo logra. Sólo camina hasta sentarse a su lado, y deja caer su cabeza sobre la piernas de su progenitora.
─ Tuviste problemas con Ryujin, ¿Verdad? ─deduce y él asiente despacio.
─ Ya no sé que hacer ─confiesa─. Está situación se está volviendo insorpotable.
─ ¿ Y por qué sigues con ella, cielo?
Era una buena pregunta.
Ambos están juntos hace tres años, pero de un año para acá, Jimin a notado cómo ella ha cambiado en su totalidad. La linda y dulce Ryujin de la que se había enamorado desaparecía con el pasar del tiempo para darle paso a una personalidad que él desconocía.
Sus sentimientos eran una revolución que por más que quería controlar, no podía hacerlo.
─ Sigo amandola, mamá ─murmura cerrando sus ojos─. A pesar de todo, continúo amandola.
─ ¿De verdad lo haces?
A estas alturas, Jimin ni siquiera sabía lo que sentía en realidad, sin embargo, se negaba a aceptarlo.
─ Su relación se ha convertido en una tóxica, hijo ─Mihna le hace ver lo que ya él desde hace mucho comprendió─. Podrás quererla, pero eso no implica que sufras por ello, Jimin. Eres mi hijo y siempre voy querer lo mejor para ti. Y los dos sabemos que Ryujin no lo es.
─ No es fácil, mamá.
─ Claro que no es fácil, y por eso debes tener voluntad propia para acabar con lo que te hace daño.
Su madre tenía razón, y sí que la tenía.
─ Lo sé.
─ Sé que esto no lo haras de inmediato, pero tienes que intentarlo ─susurra acariciando su cabello─, porque si continúas vas a terminar peor y es lo menos que quiero, cielo. Mereces ser feliz.
─ Lo intentaré, mamá. No será sencillo pero lo intentaré.
─ Prometemelo.
─ Te lo prometo.
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RESILIENCIA //PARK JIMIN//
FanfictionMuchas veces la vida de una persona puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos. Hay quienes no resisten el cambio y terminan por rendirse. En cambio otras sin importar la cantidad de golpes que reciben, siguen levantandose para continuar su camino. ...