Adolescente.

EPÍLOGO

Capítulo dedicado a mis chicas del grupo de lectura. Y a ti, que te diste el tiempo para leer está historia.

“Recuerda, eres real, y eso, te hace más que perfecta. Te hace única”.

Primavera, verano, otoño, invierno.
Cuatro estaciones habían pasado desde ese día.

Hoy era el aniversario de la muerte de Adel, iría a dejarle flores por la tarde.

Habían pasado tantas cosas, cuando las flores y árboles regresaban a su esplendor pasé por tanta pena. Pena que solamente ellas conocen.
No quise saber de Logan en semanas enteras, yo y Breyden regresamos a Irlanda, donde me esperaba mi pasado, un pasado que ya había superado.

  — ¿Vendrás a comer?— Preguntó mi padre salteando algo de salmón en la sartén.

— Tengo que recojer a Adeylin, la llevaré con Logan e iré a la
asociación— Espete acariciando a Hunter quien dormía sobre el sofá. Amaba molestar a papá.

— Muy bien.

—¿Llamaste a André?

— Así es, su vuelvo llega por la noche, Cinthia sonaba bastante feliz— Asentí sonriente.

—Te amo papá.

—Yo también te amo Many.

A mediados de la tercera estación mi padre salió de prisión. Logan logró sacarlo, tiempo después demandó a su padre, quién ahora cumple una condena por lavado de dinero. Starex se quedó con la empresa.

Volver aquí no fue fácil. El recuerdo de mamá hacía todo más complicado, André me buscó tiempo después para pedirme perdón. Había encontrado a una chica, su actual esposa Cinthia. 

Me alegré cuando visité a la doctora Martha y am profesor Patrick. Mi cambio los sorprendió y sobre todo alegró. Ella estuvo muy al pendiente de mí.

Por mi parte, sentía que habían quedado varias lagunas en la historia de mi vida. El padre de la morena intentó meternos presos a todos, nos culpaba de su muerte, sin embargo Reynald Park, un abogado que Sartori nos recomendó, logró solucionar todo. Los culpables, ya no estaban con vida.

Me adentré al auto con rumbo a la guardería, por las mañanas debía dejar a mi princesa. Mi papá no era bueno con los bebés, las primeras semanas Adely no se acostumbraba a él.

Una vez llegué por ella  la coloqué con su protección en el asiento trasero.
Era una bebé hermosa, de ojos azules y cabello negro.

—Vamos a ver a papá— Logan la miraba cada que él quería. Nuestra relación, si es que puedo llamarla así, nunca volvió a ser la misma.
Jugábamos, nos llevábamos bien, lo había perdonado sin duda alguna. Sin embargo había heridas dentro de mí que aún hacía falta sanar.

Porque incluso las cicatrices ya cerradas, duelen de vez en cuando.

Se que él me ama, y él sabe que yo lo amo.

Su hijo es muy parecido a él, tanto de carácter como apariencia, por suerte no heredó gran cosa de la víbora de su madre.

—Muy bien pequeña llegamos— Me quité el cinturón de seguridad llevando en brazos a mi bebé.

Toqué el timbre de la casa del rubio. Logan salió con un peluche en manos.

—¿Cómo están las mujeres más hermosas del mundo?— Rodé los ojos. Me saludó cargando a su hija.

—¿Quieres pasar?— preguntó. Negué con la cabeza.

—Debo ir a la asociación, Breyden me está esperando— asintió con la cabeza. Nunca le gustó la idea de que él y yo fuésemos tan cercanos.

—Recuerda darle su biberón, y cuídala mucho, regreso en unas horas.

Regresé al auto.

Ingresé a la universidad, está vez en arte y cultura.  Descubrí en la pintura una forma de expresarme. Y agregué un nuevo sueño a mi lista, abrir una galería de arte.
Porque los sueños son la motivación de los pasos.

Y sería feliz, sería feliz tal y como ella me lo pidió.

Actualmente trabajaba en una asociación que trataba los trastornos alimenticios como la bulimia y anorexia.
Platicaba con las chicas que trataban de sobrellevar la enfermedad. De una u otra forma, les servía como motivación.

El mundo se molesta mucho por pulir sus errores, por ser mejor cada día, que olvidan el buscar ser felices.

Porque no importa tu talla, tu color de piel, tus preferencias sexuales, tu edad, no importa absolutamente nada. 

—¿Qué tal?— Saludé al chico que cargaba un puño de carpetas.

— Llegas temprano. ¿Adelylin?

—La dejé con Logan.

—¿Pensaste en lo que te dije? — suspiré. Ya había huido de mi destino en varias ocasiones.
Darle una oportunidad a Breyden sería solamente, darle la espalda a mi corazón.

—Creí que podría hacerlo, pero, una vez pensé en todos los errores que pude haber evitado. Es momento de hacer y no pensar.

—Lo amas, y él te ama. Solo quiero que seas feliz Many.

—Vas a encontrar a alguien que también te haga feliz Breyden— él negó con la cabeza.

—No lo creo, nunca pasará— Musitó.

—Disculpen, ¿Saben en donde puedo encontrar al señor Breyden Lascorby?,  será mi tutor de
prácticas— Mencionó una chica de baja estatura y cabello color miel.

—Bueno Señor Lascorby— Remarqué el “señor”. —Nunca diga nunca.

Dejé a Breyden con la bajita mientras entraba a una de las salas donde daría mi conferencia.

Amor, violencia.

El testimonio de una chica que hablaba sobre una relación tóxica con su novio.

Una historia más de dolor.

Pero inclusive el dolor era nuestra mayor fortaleza. Al igual que el miedo.

Luego de un largo día y antes de recoger a mi hija, pasé al cementerio.
Le dejé girasoles a la morena.
Cerré mis ojos y suspiré.

—Siempre tuviste razón, el amor no era un error, y tampoco la vida—. Tomé mi celular y me escribí un mensaje a Logan.

«Quiero hablar cuando regrese. Creo que, la vida ya nos dió muchas oportunidades, es tiempo de darle nosotros una a ella»

Mensaje enviado.

Guardé el móvil y le dí una última sonrisa al cielo.

Mi madre, la de Logan, Adel, sabía que habían cumplido su propósito.
Y su recuerdo latía en cada uno de nosotros.

Sí, tuve una adolescencia complicada. Llena de perjuicios y días nublados.
Muy tarde me dí cuenta que la persona más importante del mundo era yo y nadie más. Muy tarde me dí cuenta que no estaba mal fallar.

Somos adolescentes, somos almas empezando el camino más hermoso de nuestra vida, un camino lleno de obstáculos, de piedras, de huecos. Dolerá, lloraremos, sentiremos que nada de esto vale la pena, pero, si la vale.

Siempre valdrá la pena.

Adolescente
«Una reflexión de vida»
No soy perfecta, soy real.

•The End•