T E R M I N A D A.
Logan es un torbellino de emociones.
Mainyl solo es una pequeña margarita rodeada de inseguridades.
Mainyl quería aprender a conducir, en su manía termina angustiada bajo una tormenta a lado de su padre, quién en mal momento decid...
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~Mentiras~
Mirando a la ventanilla del avión me dí el tiempo suficiente de pensar en mi vida. Cuando tenía catorce soñaba con estudiar Derecho y Bienes comerciales. Ahora, luego de conocer la verdadera oscuridad del ser humano. Siento que he caído por un precipicio aterrizando en un nuevo camino lleno de rocas, charcos de lodo y rosas marchitas.
Intenté huir de mi pasado pero este simplemente se aferró a mí como si fuese lo único que importara. Me siento en un puente colgadizo, y tengo que en algún momento mi pie va ha resbalar...
Llegamos a Inglaterra, el día estaba nublado y hacia frío. Al descender del avión nos dimos cuenta de que una camioneta negra estaba situada a unos metros.
Bajamos tomando nuestras cosas, un chico salió de la camioneta, vestía un abrigo largo de color rojo, y gafas oscuras.
—Vamos—Logan tomó mi maleta. Abracé con fuerza a Hunter, el viento fresco raspaba mis mejillas.
—Sartori— pronunció el rubio con una mirada seria y penetrante.
—Starex. Espero que esto de pedirme apoyo no se te haga costumbre, Emergere— terminó en un idioma que no conocía, pero su acento, estaba segura que era italiano.
Subimos a la camioneta, Adel y yo estábamos en la parte de atrás.
—Scappare è un codardo( huir es de cobardes)— regresó el italiano.
— ¿Y me dirías que jamás has huido?, Se que hay una orden de aprensión contra ti Jordan, te están buscando en Nueva York— La morena y yo nos miramos con el ceño fruncido.
— Ese no es problema tuyo, te llevaré a la casa di Amy, ma sarà tutto.
—Solo pido eso.
No sé cuánto tiempo pasó, quizá una hora antes de que la camioneta se detuviera frente a una casa de color amarillo.
— Nattalien no descansará hasta cumplir su propósito. Asegúrate de terminarlo, es una amenaza. Y sabes que odio las amenazas— mordí mi labio interior. El chico que nos recogió del aeropuerto se quedó hablando con Logan un par de minutos más, de reojo visualicé como le tendía algo, un objeto pequeño.
— Ustedes deben ser las amigas de Breyden— me sobresalté al escuchar a una mujer detrás de nosotras.
—¿Breyden?, ¿Lo conoce?
—Claro, es mi hijo. Mencionó que unos amigos vendrían, ¿saben a qué hora llegará?— arrugué la frente.
—Yo no se nada, no me mires así— respondió la morena.
—Oh, tu eres Logan ¿certo?
—Si señora, su hijo llegará en cualquier momento, me dijo que lo esperáramos dentro.
