CAPÍTULO 27

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Llevaba una semana en el departamento de Breyden. Cuando regresó con Hunter y mi maleta llegó con un ojo cerrado y un par de golpes.
Había peleado con Logan. Ahora no me quedaba duda de que, no era bueno para mí en ninguna forma.

Cerré mis ojos abrumada. Deseaba irme de vuelta a mi hogar.

A veces el rubio salía durante noches enteras, en cierta forma extrañaba a Adel. En estos días descubrí algunas pinturas y cuadros abandonados en el cuarto de limpieza. Brey comentó que el antigüo inquilino era pintor y había dejado algunos materiales olvidados.

No sabía que era buena pintando hasta que decidí intentarlo. El primer cuadro no fue algo difícil, tomé un lienzo pequeño y dibujé una flor. Colores pasteles, simple, delicado, fino. Cuando me dí cuenta ya tenía tres diferentes cuadros.

Respiré profundo saliendo de mis pensamientos. Me acerqué a la cocina del rubio.

—Bien Hunter, ¿Qué tal unas
galletas?—. Busqué los ingredientes para hacer galletas. Sonreí al juntar bombones y chocolate. Días atrás Breyden me había comprado varias cosas, frutas, alimentos, postres etc.

Conecté mi celular a una bocina para escuchar música subiendo el volumen de está. Hice la mezcla y una vez en los moldes y en el horno  suspiré.

—Vaya desastre— Reí un poco recogiendo los platos sucios y bowls.

Derretí el chocolate agregándole un poco de mantequilla para que le diera brillo.

Veinte minutos después me puse los guantes para sacar la bandeja del horno. Debía dejarlas enfriar un poco.

El timbre del departamento sonó.
Fruncí el ceño. Breyden traía llaves, al menos que las haya olvidado. Abrí la puerta encontrándome con la morena.

—¡Many!— me dió un abrazo.

—¿Qué haces aquí?

—Bueno, no me sentía bien sabiendote en otro lugar. Así que aquí me tienes. Logan no sabe nada no te preocupes.

Traía consigo una maleta. Nos sentamos en la sala con las galletas que había preparado y chocolate caliente. Le conté todo, como me sentía con la situación.

Adel era mi única amiga. La sentía casi como una hermana.

A veces debemos de pensar en nosotros mismos antes que en los demás.

Y no es que seamos egoístas, al contrario. Debemos buscar un punto de equilibrio. Un punto donde estemos bien.

—A pesar de todo lo que me has dicho. Hay algo que aún no comprendo muy bien.

—¿A qué te refieres Adel?

—Logan te ama. Y lo hace de verdad— negué con la cabeza. Ya no sentía que fuese así.

—No es verdad. Él no me ama.

—Si no te amará. Jamás te hubiese buscado, protegido. Créeme a veces cuestionamos lo que es el amor por los errores que se arrastran con este.

Y lo cierto era que tenía la menor idea de que pensar.  Si, él había ido a Los Ángeles en mi busca, en mi bienestar.
Pero no borraba el hecho de haber embarazado a Diana. 

—Él tiene un hijo Adel, tiene un hijo.

—¡Un hijo que esa zorra ocultó! Ni si quiera estoy segura de que sea de Logan. Diana le está sacando dinero como si no hubiese un mañana.

Relambí mis labios nerviosa.

—Logan es malo para mí Adel. Y tú lo sabes.

—A veces vale la pena arriesgarse por sentimientos.

—No lo entiendo Adel. ¿Por qué piensas que es así?

—Many, durante toda mi vida quise saber que era tener amor. Mi padre no se casó con mi madre por amor. Si no por conveniencia. Siempre estuve sola, tratando de ser alguien en la vida de otras personas. Eres mi mejor amiga Many y te quiero.

Sonreí dándole un abrazo.

—¿Hablarás con Logan?— Preguntó.
Asentí con la cabeza. Era momento de arreglar verdaderamente las cosas.

En ese momento el timbre de la puerta volvió a sonar. Fruncímos el ceño.

—Creo que si olvidó las llaves— Abrí la puerta esperando que fuese Breyden. No obstante se trataban de tres tipos con la cara cubierta por pasamontañas.

Intenté gritar pero nos colocaron un trapo en la boca cubriendo nuestra nariz. Traté de no inhalar pero me fue imposible.

Lo último que vi fue a Hunter mordiendo la pierna de uno de ellos.

....

Estamos a 3 capítulos de terminar.
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