CAPÍTULO 29: Final

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Canción: Sia- My Love
Gracias por leer.

Capítulo dedicado a maygrcs 
Por ser el primer comentario. También a Asxcial bomboncito9
BelaLoveRainbow Angy12oviedo
alejanorte Eloismara
leiimar20 por sus bellos comentarios. Y por estar desde el inicio.

•Estación cuatro•

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•Estación cuatro•

Me había equivocado tantas veces a lo largo de mi vida y a mi corta edad, que ahora, me cuestionaba sobre aquello que pude haber cambiado en su momento. Ridículo, pensar en el pasado cuando quizá esté a punto de no tener un futuro.

Pero fue así desde el primer momento, fue así desde el primer instante en que creí haberlo lanzado todo a la borda. Los seres humanos somos unos tercos sin remedio cuando de cerrar ciclos se refiere. Cuando de superar, se refiere.
Nos empeñamos a aferrar una parte de nuestro pasado como su de un collar se tratasen.

Y a pesar de todo, me siento bien, me siento jodidamente bien. Obligo a mi mente a dejar atrás los malos pensamientos, tal y como lo trate durante tantos meses en terapia, durante todo mi proceso para estar bien conmigo misma. Para darme cuenta de que no necesitaba ser perfecta para formar parte del mundo, no, al contrario, el mundo necesitaba llenarse de almas complejas, para superarse a si mismas, para volverse parte de él.

La realidad no es un diamante perfecto. Y yo, yo soy real y seré real toda mi existencia. Seré real incluso cuando sienta que está no existe.

La puerta del frente es abierta con violencia, dos tipos entran rápidamente y me toman de los hombres para sacarme a rastras del cuarto. Escucho disparos, gritos con insultos.

—¡Many!— levanto mi cabeza ubicando a la morena. Sus ojos desorbitados por el temor y la preocupación me hacen añicos el corazón.

— Muevánse o les daré un tiro justo aquí—. Nos conducen hacía una especie de jardín trasero metiéndonos dentro de un minúsculo cuarto de jardinería.

Ambas estamos  frente a frente de pie. Ya que el espacio es tan pequeño que casi estamos físicamente juntas.

—Es Logan, estoy segura que nos sacará de aquí— Musito tratando de calmarla.

—Estoy muy asustada. Tengo un mal presentimiento Many. No quiero morir aquí— Niego con la cabeza abrazándola.

—No vas a morir, no vamos a morir. Adel, creo que estoy embarazada—. La castaña me mira asombrada.

—Many...

—Quizá me equivoque, pero, las pastillas anticonceptiva que tomé, vi la caja días después, ya no servían.
Compré una prueba de embarazo, arrojó que tenía dos semanas de gestación— Cierra los ojos derramando un par de lágrimas.

— El bebé de Diana, si es de Logan, el se hizo una prueba de ADN, no quería decírtelo solo, no lo sé Many, no lo sé— Una pequeña punzada en el corazón me causa molestias.

—Las personas cometen errores todos los días, pero el amor y la vida no es un error— Mencionó.

Lo sabía en el fondo, mi papá, él había pasado por lo mismo. Él se enamoró, embarazó a una mujer. Y la vida se lo quitó.

—Saldremos de aquí. Lo haremos juntas— Sonreí.

Los disparos se seguían escuchando ahora más cerca, escuchamos el estallido de algo, fue fuerte.

Minutos después la voz del hombre que me visitó en la habitación le dió órdenes a los demás. Abrió la puerta sacándome a rastras.

—¡Many!— Adel se quedó atrás sujeta por otro tipo.

A lo lejos logré ver a Logan entrar con un arma. Tenía sangre a un lado de su frente y lucía agitado.

— Baja el arma Starex. O le volaré los sesos— Amenazó apretando el filo helado de su arma en mi cabeza.

—En dos minutos la gente de Sartori estarán acá. Tu eliges, o te mato yo o te matan ellos— La confianza del rubio me daba un atisbo de esperanza. El corazón me palpitaba a mil.

— Arregla esto como lo hicimos en el cuadrilátero, mano a mano, si ganas me matas y liberas a esta niña. Si yo gano, se mueren todos.

«Esta enfermo»

— Jamás—Respondió.

— Entonces te daré un incentivo— Sentí que la presión del arma en mi cabeza se había ido. Con horror observé como le apuntaba a mi amiga y disparaba.

—¡Adel!— Grité desgarradoramente. Cuando su cuerpo tocó el piso sentí que el nudo en mi garganta me sofocaba. 

Logan se quedó estático, su única reacción fue dispararle al tipo que la tenía sujeta y que sin sentimiento alguno la tiró al suelo como si fuese una bolsa de basura.

Posteriormente dejó caer su arma. El pelinegro me soltó ya corrí hacia la morena.

—Vas a estar bien, vas a estar bien— Le coloqué la cabeza en mis piernas y presioné su herida con mis manos aún presionadas con las esposas.

— Gracias por ser mi amiga. Tienes que...tienes que ser feliz con él, debes...debes ser feliz— Susurró cerrando los ojos.

—No, no. No, Adel—Lloré, lloré como su me hubiesen quitado parte de mí misma.

Fue tan rápido, como un rayo de electricidad. Giré mi cabeza aún entre lágrimas y el rubio supo que ella se había ido. La rabia que sus ojos destinaron me causó temor.

Empezaron a pelear, pero yo seguía allí, temblando de pies a cabeza, sosteniendo la mano de mi amiga.

Ella llegó un día de intercambió, Adel pudo haber seguido los pasos de Amber o Diana, ser popular. Pero no, decidió ayudar a una completa desconocida, decidió ser mi compañera cuando estaba sola, decidió ser mi pilar cuando me caía en pedazos.

Toma un ángel de sus alas, y cuando te vea, pídele perdón.

— Perdóname— Le pedí.

Ella había sido mi ángel, y ahora, ahora sería un ángel de verdad.

—Maynil— Miré a Breyden caminar hacia mí. Observó a la chica y yo simplemente negué con la cabeza.

Se arrodilló, le tomó el pulso y después me abrazo. Sollocé en su hombro.

Fue como su el mundo se hubiese sentido para mí. Me tomó en brazos y empezó a caminar a la salida.
Del otro lado Logan estaba de rodillas, el hombre de mirada penetrante yacía muerto boca abajo. Su alma ya no estaba. Adel, ya no estaba. En el camino cruzamos por la casa donde estábamos retenida, varios cuerpos en el suelo, una escena que me hizo querer devolver el estómago.

A lo lejos logré divisar a la chica que me ayudó horas atrás para ir al baño.
Tenía una enorme herida en el pecho, sus ojos se habían quedado abiertos.

Quise preguntar quién la había matado, quise pensar que ella no lo había merecido. Pero mi cerebro se fue apagando poco a poco.

Los demonios de mi cabeza ya no estaban, pero tampoco había rastro de angeles. Ahora solo existían huellas...




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¿Se esperaban la muerte de Adel?
Bueno, yo tampoco la esperaba.

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