T E R M I N A D A.
Logan es un torbellino de emociones.
Mainyl solo es una pequeña margarita rodeada de inseguridades.
Mainyl quería aprender a conducir, en su manía termina angustiada bajo una tormenta a lado de su padre, quién en mal momento decid...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
~ Inconsciencia~
Cuando supe la verdad, sentí que el mundo se me venía encima, todo lo que había creído, respaldado. Aquello que más me había dolido en el alma, era mentira, una confusión que me negué a observar y ahora, no sólo yo estoy pagando las consecuencias.
Creí que ella era la culpable, que su padre solo se había echado la culpa para salvarla de prisión. Y en cierta forma fue así, con la diferencia de que la verdadera culpable de todo fue la vida, fueron las circunstancias del momento, fue el destino.
Me había curado, cuidado y en cierta forma protegido cuando esa araña me picó, tenía que saber cuánto odio realmente había en su alma hacía mí, hacer que ese animal me picase a propósito no fue la mejor de mis ideas pero si la más eficaz. Cierro los ojos y su imagen en el suelo siendo humillada por los demás, golpeada, destrozada por mí, es lo único que atraviesa mis memorias como un frenesí. Era mi amiga la conozco desde los doce años, ambos aprendimos lo que era crecer juntos, lo que era, querernos.
La rabia, la frustración y sobre todo el arrepentimiento empañan mis sentidos. Saber que está mal, que incluso, su vida corre peligro por mi culpa, es un verdadero infierno.
—¿En qué tanto piensas cariño?— Pregunta Diana pasando sus brazos por mi cuerpo. No puedo estar seguro de los sentimientos que tengo hacía ella, le tengo afecto y es buena en la cama, pero solo eso, no planeo llegar a nada más. Ella creé que no se con la cantidad de chicos con quiénes se revuelca estando conmigo.
—En nada—Exclamo secamente caminando hacía la mesa de alimentos. Tomo una botella de agua y la bebo, en eso me doy cuenta que el cielo está muy cerrado, probablemente caiga otra lluvia fuerte.
—¿Has visto a Many?
—No porque preguntas— me doy la vuelta viendo a Adel hablar con una chica de cabello teñido.
— Breyden, las chicas y yo no la encontramos, hace horas que se fue, no quiso probar bocado y se le miraba mal.
¡Mierda! ¿En dónde diablos está? Continuó escuchando, ambas ignoran mi presencia aquí.
— ¿Ya le marcaste?
—Claro que lo hice, y nada—La morena se pasa su mano derecha por el cabello frustrada.
—Tranquila debe estar por allí. Mejor vamos a la cabaña está por llover de nuevo, verás que cuando empiece la lluvia regresará.
Adel asintió con la cabeza y ambas se alejaron. Maldije para mis adentros cuando las gotas gruesas de agua empezaron a caer. Inmediatamente todos se movilizaron a recoger sus cosas. Esto no estaba bien, sabía que el agua no la pararía, Mainyl es valiente, y sobre todo terca. Camino hacía donde está Diana y su grupo de amigas, todas se arrinconan debajo del techo de la cabaña central.
