No encontraba alguna expresión en su mirada. Era como si sus pupilas mostrarán un gran vacío. Un vacío que no le pertenecía. Recargue mi cabeza en la silla y respiré profundo.
De pronto sentí su mirada a lado de mí, giré mi cabeza y sus labios se juntaron con los míos. Su aliento cálido me reconfortaba. Todo lo que tuve, quizá, quizá podría volver a tenerlo.—Eres perfecta para mí, nadie volvera ha hacerte daño, por favor, no te lo hagas a ti misma—susurró.
Si era verdad, si era cierto, podía ser yo misma, nadie más me dañaría. Diana y Amber dejarían de molestrame, incluso Scott, todos ellos.
Murmuré un simple okey, tal que fue suficiente para que él me sintiese.La mesera regresó con nuestro pedido. Había pasado tanto desde que no desayunaba otra cosa que una manzana. Tomé los cubiertos y corté un trozo demasiado pequeño, la mano me temblaba, pero aún así me armé de valor al llevarla a mi boca. Mastique más veces de la necesaria, y cuando sentí el dulce sabor bajar por mi garganta, un gemido de satisfacción impregnó el lugar.
—Sabe delicioso.
—Al igual que tus besos— bajé la cabeza sonrojada.
Llevaba la mitad de los blafes y un poco de la malteada cuando empecé a tener un malestar en el estómago. Dejé lo que quedó en el plato y me dediqué a observarlo.
—¿Y dime estás lista?— preguntó, entendía a que se refería. Claro que estaba lista, más que ello, feliz.
—Lo estoy, estoy lista para ver a papá.
***
Al salir de la cafetería pasamos por un parque, Logan se detuvo sin decir nada, bajó de la camioneta y me abrió la puerta.—Ven—tomó mi mano. Caminamos hasta una banca, el viento estaba un tanto frío, el color grisáceo del cielo me recordaba lo gris que era mi vida. Y a pesar de todo él se estaba esforzando en ser un destello de luz.
Nadie dijo nada, pero mi mente, estaba llena de palabras.
Muchos llegamos a confundir el resentimiento con el odio, con el temor. Quizá la vida se equivocó conmigo, quizá el destino olvidó observarme en ese momento... Quizá jamás debí sufrir demasiado en tan poco.
***
Su mente era un océano de pensamiento y palabras, mientras que en la de él, revivia cada momento en el que le hizo daño. Eso lo atormentaba, era su castigo.Y cada que la miraba a los ojos, no veía a una chica feliz, si no, a un ser humano sin esperanzas de vivir, sin deseos de respirar. Tan cansada. Tan débil y frágil. Logan nunca le había temido a algo hasta ese preciso momento...temía no poder sacarla de aquel pozo oscuro dónde él mismo se había encargado de empujarla.
Y una nueva imágen llegó a sus memorias.—Por favor no me siento bien— le rogó la pelinegra arrodillada.
Sus fuerzas eran pocas, y aún así se esforzó por realizar tres trabajos, con duración de una semana cada uno. En tan solo tres días
Dormir, comer, descansar, habían pasado de ser necesidades a, simples actividades que podía rechazar.
Aún para él no era suficiente, quería que se humillara, ante toda la escuela. Qué cada uno de los presentes supieran lo mierda que era Mainyl Bler.
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Adolescente.
JugendliteraturT E R M I N A D A. Logan es un torbellino de emociones. Mainyl solo es una pequeña margarita rodeada de inseguridades. Mainyl quería aprender a conducir, en su manía termina angustiada bajo una tormenta a lado de su padre, quién en mal momento decid...