Peter regresó a casa gravemente herido después de su noche de patrulla. No hubo heridas ni pérdida de sangre de ningún tipo, pero su cuerpo estaba magullado. Varias partes le dolían muchísimo por todo el cuerpo, especialmente las nalgas. Había caído desde una gran altura directamente sobre su trasero y de alguna manera logró regresar a su habitación.
May estaba muy preocupada y terminó regañando a Peter por su descuido. Peter siempre había amado May más que a cualquier otra cosa en su vida. Ella era la persona más dulce de su vida y se preocupaba por él profundamente. Podía acercarse a ella en cualquier momento que quisiera, y ella siempre lo ayudaría. Ella lo cuidaba mucho, pero a él no le importaba. A Peter le encantaba cada vez que May lo llamaba con dulces apodos y él a su vez la llamaba "mami". Peter tenía alrededor de dieciséis años, pero siempre sería el bebé de May si ella quisiera que lo fuera.
Pero las cosas se estaban poniendo difíciles para Peter. Vio a May de manera diferente. Sintió la necesidad de besar a su tía en los labios cuando ella le dió un dulce beso de buenas noches en la frente. Sintió una extraña sensación de hormigueo en su interior cuando ella presionó su espalda contra su pecho cuando se duchaban juntos, sus toques persistentes y abrazos que lo llevaron a meter la cara entre sus tetas y a ella acariciarle el trasero.
A Peter le dolían tanto las nalgas que tuvo que ponerse de pie y cenar. Obviamente, May se sentía muy mal por él, así que le dió de comer la comida que le había preparado esa noche. Comieron en silencio durante un rato y luego se volvieron a lavar los platos.
Era hora de irse a la cama, pero el dolor era demasiado para que Peter pudiera soportarlo.
Peter: May, ¿puedo pedirte un favor? - Preguntó, mordiéndose el labio inferior con nerviosismo.
May: Por supuesto cariño, ¿qué necesitas? - Dijo con una gran sonrisa.
Peter: me duele mi cuerpo, así que me preguntaba si pondrías aliviar el dolor de alguna manera? - Preguntó tímidamente.
May: Sí, cariño, ¿por qué no? ¿Dónde te duele? - Preguntó amablemente.
Peter: ¡En mis pompis! - Chilló con los cachetes rojos.
May: Está bien bebé, ve a tu habitación y acuéstate en la cama. Vuelvo enseguida - Dijo mientras besaba sus mejillas - y no te olvides de quitarte la ropa, ¿De acuerdo, bebé?
Peter: Sí - Dijo con una sonrisa y se metió a su habitación.
Para cuando May entró en la habitación de su sobrino adolescente, Peter ya se había quitado toda la ropa. No era tímido con May, dadas las veces que ella lo había bañado y curado sus heridas, no había necesidad de que se avergonzará de estar completamente desnudo con su tía.
Peter yacía desnudo en su cama, emocionado y nervioso al mismo tiempo. Su pene ya estaba completamente erecto y goteaba gotas de dulce preseminal.
May se humedeció los labios, su sobrino era todo lo que quería. Su vagina se apretó al ver a Peter, desnudo en su cama. Su lindo sobrino, totalmente desnudo con su hermoso trasero en el aire esperando que su tía haga su magia.
May estaba acostumbrada a ver a Peter desnudo, dada la cantidad de veces que se habían duchado juntos, pero necesitaba su pene gordo en su agujero, llenándola con su semen caliente.
May: ¡Oh cariño, tu trasero está todo rojo! Debe doler mucho...
Peter: Sí, me caí de culo, así que realmente duele - Dijo haciendo puchero.
May: Está bien, acuéstate boca abajo como un buen chico y deja que mami te quite el dolor con un beso - Dijo mientras se ponía encima de Peter.
May besó el trasero gordo de Peter. El castaño gimió cuando May metió su gruesa lengua en el trasero de Peter. Las manos de May se dirigieron a las pelotas de Peter y las agarró con fuerza. Peter gritó de dolor y placer. Ambos son un desastre de gemidos. Continuaron durante toda la noche.
***
Peter se despierta con unos sonidos encantadores y una sensación cálida allí abajo. Abrió los ojos para ver a May entre sus piernas con la espalda curvada en tal ángulo que su trasero está alto en el aire, chupando la punta de su pene y tarareando de satisfacción. May ve que su bebé está despierto y le guiña un ojo.