1

1.2K 108 2
                                    


Un grave dolor de cabeza expulsó un gruñido involuntario de la boca de Qin Luo seguido de diversos insultos. Espera, ¿Dolor de cabeza? ¿Cómo podría sentir dolor de cabeza si fue destrozado junto con su espacio en la explosión? Después de maldecir mentalmente varias veces, Qin Luo abrió los ojos y lo que vio... lo sorprendió.

Un mapa topográfico de la zona en un fondo celeste, detallando incluso pequeñas islas de los alrededores se encontraba pegado en su techo, una vista que añorada durante sus 10 años de sufrimiento en el apocalipsis. La antigua villa de tres pisos, su familia, su habitación y el mapa pegado al techo dibujado personalmente por sus padres. Sintiendo el suave contacto de su cama, se preguntó:

¿Qué está pasando? ¿No debería estar muerto? ¿Cómo podría aparecer de repente en la que fue una vez su cama y hogar? Es más, su casa debería haber sido destruida por los ataques aéreos que ocurreron tres años después del comienzo del apocalipsis, cuando los militares decidieron que esta era la manera más simple de eliminar zombies a gran escala. Qin luo empezó a marearse, el dolor le deja en claro que esto no era un sueño.

- Ey, abuelo! solo te quito los ojos encima un segundo y me robas mi sartén.

Qin luo escuchó a una mujer regañar, la voz era extrañamente familiar. Se dio la vuelta en dirección al sonido y se encontró a una mujer de mediana edad de modesta vestimenta tratando de quitarle una sartén al abuelo con una expresión afligida.

- ¿Abuelo? ¿Tía Liu? - Qin Luo no podía creerlo, no se atrevió a parpadear y tuvo miedo al pensar que eran ilusiones que desparecerían en cualquier momento.

La tía Liu se dio la vuelta al escucharlo y su cara se volvió pálida al exclamar:  

- Ah, mi pequeño Luo estás sangrando... Abuelo cómo pudiste golpearlo con la sartén!

- Traté de imitar lo que vi en la tele pero, ¿Por qué no salen estrellas alrededor de su cabeza? -  dijo el anciano con una cara afligida mientras escondía la sartén detrás suyo.

Qin luo gimió mientras sostenía su cabeza, no estaba seguro si debía llorar o reír al ver a su tía acercarse para revisar su herida. El comienzo del brote del virus fue repentino y aunque sobrevivieron el brote inicial, nadie más que él en su familia sobrevivió hasta el final del apocalipsis.

La herida de Qin Luo asustó tanto a la tía Liu, que lo abrazó con lágrimas en los ojos.

- Oh, mi pobre Luo, no sabría cómo vivir si ese golpe te hubiera dañado el cerebro. Ya tenemos un viejo loco y un hombre torpe en casa, cómo podría vivir si tu también te volvieras estúpido.

Tía Liu seguía lamentandose cuando alguién más abrió la puerta de su habitación.

- Mi panza tiene hambre, dijiste que me darías comida si terminaba de regar las plantas, dame comida.

Un hombre bronceado de mediana edad se encontraba frente a la puerta acariciando su estomago mientras miraba estúpidamente a la tía Liu. Ella odiaba como no podría nunca olvidarse de este problema y relajarse.

- Tía estoy bien, solo tuve una pesadilla y me siento incomodo. Solo ve y prepara algo para el tío Liu, no lo dejes hambriento.- Qin luo dijo mientras daba palmaditas a la espalda de su tía y secaba sus lágrimas.

- Tu tío es fuerte como un toro,  no le pasará nada al aguantarse el hambre por unos minutos.-  su tía refunfuñó, acariciando su cabeza suavemente con una expresión dolida.

- No te preocupes, las pesadillas no se harán realidad así que deja que tu tía revise tu herida, mmh...  creo que es mejor llevarte al hospital para hacerte un chequeo. El abuelo tiene las manos pesadas y es mejor asegurarse de que no sea nada serio. 

Reencarnación apocalíptica: Grandes cambios en la tierra.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora