Silenciosamente abrió la puerta de la habitación, las luces de la sala brindaban una tenue iluminación que lo ayudó a distinguir una ventana parcialmente abierta. Se fijó en el camino de huellas mojadas que se dirigían a la cocina y levantó una ceja cínicamente, encontrarse con un ladrón en esta zona remota era raro. Qin Luo no sabía si era suertudo o desafortunado, debió venir por la comida que sacó de su espacio para que él y Qin Ke coman, pero esta estaba almacenada en los cajones cerrados.
Agarró un candelabro de metal y lo blandió unos segundos, tiene el peso correcto. Se acercó a la cocina, estaba oscuro y no podía distinguir al intruso desde su posición. Su mano buscó el interruptor de la luz en la pared cuando una voz lo interrumpió:
- M- me iré pronto.
Lo sorprendió que la otra persona lo haya escuchado a pesar de que actuó con sigilo, el instinto de peligro de esta persona era increíble, no debe subestimarlo; no era un simple ladrón. Su mano no se detuvo hasta encontrar el interruptor y encendió la luz.
- No parece que hayas considerado que a otros les molestaría tu presencia indeseada.- Encontró el escondite del intruso en cuanto escuchó su voz.
Con la cocina completamente iluminada, se pudo determinar la presencia de una persona acurrucada contra el refrigerador. Desde su posición, podía ver los zapatos y pantalón de la persona.
Cuando intentó acercarse, el hombre dijo,
- No te acerques, n-no quiero lastimarte...
Qin Luo sonrió suavemente; después de sufrir durante 10 años incluso si su condición física no era comparable a la del apocalipsis, no significaba que estaba peor. No podía ser herido por cualquiera, además, la voz del intruso se escuchaba débil y no parecía que podría atacarlo fatalmente.
Caminó unos pasos adelante, la figura del hombre acurrucado en la cocina entró de lleno a sus ojos. Llevaba un abrigo rojo holgado; apretaba la capucha en su cabeza con las manos, tratando desesperadamente de cubrir su cabeza y cara. Sus dedos eran largos y pálidos, notablemente, nunca expuestos al sol o al trabajo duro.
Qin Luo apretó con firmeza el candelabro, mirando de cerca al intruso, preguntó:
- ¿Quién eres? ¿Por qué entraste a mi casa?
El hombre apretó aún mas fuerte su capucha y parecía querer decir algo, pero eventualmente, se rindió. Soltó su capucha y se apoyó contra el refrigerador,
- L-o Lo siento... por haberte molestado, me iré ahora.
Al decir esto, intentó levantarse con la ayuda del refrigerador y con su cabello mojado cubriendo la mitad de su cara, Qin Luo solo pudo visualizar su pálida barbilla.
Observó al misterioso hombre con el ceño fruncido, aunque era alto, lucía frágil. Si lo echaba de la casa de seguro se enfermaría, si ya no lo estaba. Suspiró, no sabía si era por su reencarnación, pero sintió un poco de compasión en su frío corazón.
- Te dejaré quedarte hasta que la lluvia pare, pero debes irte después.
El hombre se sorprendió, no esperaba que Qin Luo lo acogiera. Dudó unos momentos, moviéndose torpemente hasta que volvió a acomodarse en su escondite original.
Vio a Qin Luo parado en el mismo lugar sin intención de dejarlo, así que dijo lentamente:
- No te preocupes, no robaré nada...- Luo puso los ojos en blanco.
-Estas mojado, te enfermarás si continuas así. Párate, te traeré un cambio de ropa.
El hombre no podía creer lo que escuchó y miró aturdido a Qin Luo, su cabeza se inclino hacia atrás dispersando su cabello negro a los costados de su cara, exponiendo a la luz su cara.
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Reencarnación apocalíptica: Grandes cambios en la tierra.
FantasyEn ese momento, el loco científico que vestía una andrajosa bata blanca encendió la bomba de auto-destrucción y Qin Luo supo que esta vez no tendría escapatoria, más que nadie sabía el poder destructivo de esta. Aunque poseía un espacio independient...