JINSON

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Jinyoung asomó la cabeza en la puerta de aquella habitación de hotel. En la pequeña salita estaba Jackson sentado en el moderno sillón de piel sintética y que lo hacía ver mayor, más atractivo... Algo en su interior se removió, la adrenalina corría por sus venas solo de pensar en llegar hasta el y plantarse en su campo de visión. En una esquina se encontraba su mochila, abandonada con todas sus pertenencias que no se dio el tiempo de doblar, el adoraba esa mochila desde que tuvo el suficiente dinero para comparar algo por sí mismo y había presenciado casi todos los momentos importantes en su adolescencia, ahora, una vez más, parecía mirarle, el único cómplice en lo que estaba por hacer.

Se echó una última mirada en el espejo de cuerpo completo que adornaba una de las paredes del cuarto. Había elegido una camiseta vieja de Jackson, el blanco era casi transparente y con las luces encendidas podía ver a la perfección la sombra de sus pezones y los bordes de su cuerpo, le quedaba lo suficientemente grande como para cubrirlo, pero no tanto como comprobó, para tapar lo que le daba más vergüenza.

Cansado de nunca obtener más que un simple roce y besos que no bajaban de su cuello se preguntó si bastaría con eso para seducirlo. ¿Y si sólo quedaba como un tinto y se reía en su cara?

A veces odiaba que Jackson fuera mayor, para él, pocas eran las cosas nuevas que podía experimentar y no se sorprendía con nada, en cambio Jinyoung era un novicio y sus propias emociones bastaban para abrumarlo. Aun así, agradecía que alguien allí tuviese la experiencia porque dudaba que fuera capaz de llevar las cosas al siguiente nivel, le bastaría con mostrarse y permitir que Jackson hiciese con él lo que le viniera en gana, solo faltaba que se armara de valor para salir de ahí.

Las piernas le temblaron de sólo pensarlo, pero se obligó a sí mismo a respirar hondo un par de veces y no pensar más. Así abrió la puerta y caminó por el pasillo que dividía el dormitorio de la sala.

Las luces estaban apagadas, al menos las normales, porque la sala estaba bañada en una luz roja que no supo de dónde provenía, Jackson parecía concentrado en un programa de autos y si hubo notado su presencia no lo notó, sin embargo, Jinyoung advirtió un leve movimiento de pestañas en el mayor, y supo que le miraba. La pantalla se apagó sin que Jackson moviera un solo dedo, el escalofrío que sintió recorrer su espina dorsal le nubló los sentidos y por poco cae sobre sus rodillas, pero consiguió mantenerse en pie y acercarse a Jackson. Su respiración era lenta y pesada, sus brazos descansaban sobre el sillón, extendidos a todo lo largo. El anillo de piedra negra que adornaba el dedo índice izquierda destelló, era la única joya que Jinyoung le había visto y que jamás se quitaba, recordándole lo que era, se le secó la boca.

Jackson era un demonio, un demonio menor, pero con el poder de hacer caer a las personas a sus más bajos instintos, enviado a la tierra de los mortales para divertirse con ellos, encontrando a Jinyoung, un chico que apenas había vivido y con el que se encaprichó tan pronto como le vio. Escasos veintiún años tenía cuando se aventuró a visitar un bar, Jinyoung recordaba esa noche como si fuera ayer, cuando un extraño al otro lado de la barra le miraba con ojos cargados de deseo, un par de hombres se acercaron a él pero Jinyoung no hizo más que rechazarlos, como si le debiera algo a aquel desconocido, o peor, como si estuviera esperando por él, pero pasaron un par de horas y el hombre no se movió, entonces Jinyoung decidió que había tenido suficiente del ruido y el olor a alcohol que cargaba el lugar y salió de allí dispuesto a tomar un taxi. No obstante, sintió una pesada mano posarse en su espalda baja, conduciéndole unas calles abajo hasta un callejón, Jinyoung apenas había tenido tiempo de respirar una última vez cuando los labios del extraño chocaron contra los de él.

Jamás había sentido tanta hambre, deseo o desesperación como lo que sintió por aquel sujeto que le aprisionaba las caderas y jugaba con su boca. Una mano sostuvo sus mejillas y sintió el frío del metal de un anillo rozándole la oreja.

✧BETWEEN THE LIPS✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora