Estamos en un salón de una escuela secundaria, donde pocos meses atras había iniciado un nuevo ciclo escolar.Podemos ver a un albino de ojos escarla y tez pálida sentado en su pupitre esperando pacientemente a que el profesor llegara y diera inicio a la clase correspondiente, lo cual no tardó mucho en suceder.
–Bien chicos, tomen asiento. –ordenó el mayor con calma. –Les tengo una noticia, el lunes entrará un nuevo compañero a nuestro grupo y espero lo traten bien y le ayuden en lo que puedan. –finalizó de dar el anuncio para empezar a impartir la clase que ese día le tocaba. –
–Un nuevo alumno, ¿eh? Bueno, que me importa, será otra oveja del rebaño. –pensó el albino sin mucho interés en el nuevo alumno, y no, no es que el oji-carmín considerará a sus compañeros como un rebaño o personas que lo seguirían fielmente, sólo que Shu tomaba como unos idiotas a sus compañeros, los cuales se tragaban sus falsas sonrisas. –
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°La semana paso sin ningún contrariempo ni nada de especial en la vida del albino, lo cuál era normal, pues nunca pasaba nada extraordinario en la aburrida y monótona vida de Shu , y así, sin que se diera cuenta, llegó el lunes.
En la residencia Kurenai.
El albino se despertó un poco más temprano de lo usual, pues apenas eran las 6:20, y por lo general el se despertaba a eso de las 6:50 y la escuela empezaba a las 8:00, por suerte para el oji-carmín la institución le quedaba bastante cerca.
Sin desperdiciar un solo segundo Shu que se metió al baño para terminar de despertarse y quitar todo rastro de sueño y lágrimas, pues de nuevo se desvelo llorando, ¿Por qué? Una ridícula pelea con su tía sobre su sobreprotección con Ken.
Cuando se terminó de bañar se puso el uniforme para posteriormente bajar y hacer su almuerzo y el de su hermano menor para menerlo a su mochila.
Shu dio algunas vueltas en la casa, les preparo un rápido desayuno a sus hermanos y a su tía y después subió a su cuarto para tomar su teléfono y audífonos para finalmente abandonar su casa y partir con rumbo a la escuela mientras escuchaba música con sus audífonos.
En la escuela.
–Hola, Free. –saludó el oji-carmín a un rubio de ojos carbón cuando llego al salón de clases. –
–Hola, Shu, ¿cómo estas? –el rubio devolvió el saludo con una pequeña sonrisa. –
–Bien ¿y tu? –devuelve la pregunta y así iniciaron una conversación tranquila. –
Free De La Hoya, un rubio de ojos negros. El blondo era un "amigo" de Kurenai y también cabe destacar que era uno de los mejores de la institución, junto a Shu. Free era alguien tranquilo. Tu lo ves en la calle y piensas que ya está aburrido de la vida.
Así ambos empezaron a platicar, saludaban a algunos alumnos que llegaban y continuaban hablando, no fue hasta que el profesor llegó que su conversación se vio interrumpida y, sin más opción, todos los alumnos se fueron a sentar a sus respectivos lugares para iniciar su jornada de estudio.
–Bien, chicos, como recordarán hoy llega un alumno nuevo. –todos asintieron. –Por favor, pasa. –el profesor habló mientras dirigía su mirada asía la puerta, al igual que todos los alumnos. Al salón entró un chico con pelo azul marino de estatura un poco más baja a la del resto de alumnos. Sus ojos eran de color café y abajo de su ojo izquierdo tenía tres marcas rojas. –Bien presentate. –nuevamente habló el mayor una vez el chico estuvo al lado del docente. –
–H-Hola, mi nombre es Valt Aoi. –se presentó el nuevo un poco nervioso y con una sonrisa algo torpe y era perfectamente entendíble eso. Estaba en una nueva escuela donde no conocía a absolutamente nadie. –
–Quiero que traten bien al joven Aoi, ¿entendido? –cuestionó el profesor viendo a los alumnos. El sabía que ninguno trataría mal al niño, pero sólo se quería asegurar. –
–Si, profesor. –los alumnos respondieron todos al unísono de manera afirmativa ante la petición del mayor. –
–Aoi, sientate donde gustes. –habló amable el profesor. –
El pequeño de cabellos azulados acató la orden y solo se sentó en el lugar más cercano que tenia, el cual era junto al albino.
–Hola. –el chico nuevo saludó al albino con una sonrisa. –
–Hola. –y Shu se limitó a respondió el saludo con una sonrisa, pero por el contrario de Valt su sonrisa era forzada, pero era tan bueno que parecía 100% real y Aoi no sospechó de aquel acto deshonesto. –
Tras la llegada del nuevo alumno el profesor empezó a dar la clase asignada, pero no pasaron más de 15 minutos cuando la clase si vio interrumpida con la llegada de un castaño en el salón. El chico respiraba erráticamente, tal vez por la carrera que emprendió para no llegar tarde, o no TAAAAN tarde.
–¿Pu-Puedo pasar pro-profesor? –más que una pregunta parecía que era una petición, la cual hizo mientras colocaba sus manos en sus rodilla en un intento de regular su respiración. –
–Esta bien, Akaba, pero que no se repita. –él profesor accedió ante la petición del castaño. Aunque de todas formas el mayor ya se había rendido con Aiga. Por más que lo intentará siempre llegaba tarde a sus clases. –
–Entendido. –respondió mientras sonreía a modo de afirmación y posteriormente ingresaba al salón para tomar asiento y escuchar la clase, pero en el trayecto sus ojos turquesas se posaron en Valt, quien ni siquiera lo miraba y veía al pizarrón. Solo fueron unos cortos segundos y después Akaba siguió su camino hasta su lugar. –
Tras esa pequeña interrupción las clases siguieron su rumbo con normalidad hasta que llego el receso.
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Técnicamente este es el primer capítulo de la historia, y como se pudieron dar cuenta estoy editando (otra vez) los capítulos, ya que los quiero hacer un poco más largos (hablo de 1000 por capítulo aproximadamente)Así queee ¿qué les parece?
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CAMBIASTE MI VIDA [editando]
RomanceShu Kurenai, un chico de trece años al cual la vida lo obligó a madurar, dejando de socializar y solo siendo un chico ejemplar, que considera ala amistad como peligrosa. ¿Qué pasará cuando llegué un chico de lindos ojos a intentar entablar amistad?