¿Qué Es Lo Que Siento? [editado]

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Al día siguiente Shu se despertó antes que Valt. Así que se intentó mover un poco, pero se dio cuenta de un pequeño e insignificante detalle, ¡estaba abrazando a Valt!

–*¿Pero qué? ¿Cómo es qué...?* –y claro que se alarmó, pero se logró calmar respirando ondo y contando mentalmente. –*se ve lindo cuando duerme... ¿Pero qué estoy diciendo?*

Tras haberse calmado lo suficiente Shu se paró con cuidado de no despertar al más bajo, después tomó su uniforme y se cambio en el baño para finalmente hacer el desayuno de ambos.

–Valt, ya despierta, se te hará tarde... –dijo suavemente, pero no hubo respuesta alguna del oji-café. –¿Valt? ¡Valt Aoi! ¡Despierta ahora mismo! –gritó tan fuerte que el Aoi se terminó cayendo de la cama a causa del susto. –

–¡Y-ya desperté. –anunció asustado desde el suelo, tratando de ubicarse. –

–Menos mal, tienes el suelo pesado. –el albino suelta un suspiro. –Ya baja a desayunar.

El peli-azul asiente aún adormilado y baja a desayunar y como Shu ya estaba listo se fue antes que el a la escuela, quería despejar la mente.

El albino iba escuchando música con sus audífonos a todo volumen cuando de repente se le viene Valt a la mente.

*¿Por qué no puedo dejar de pensar en el?* –se preguntaba todo el camino el de ojos carmín. –

Finalmente el albino distingue la escuela, así que decide quitarse los audífonos y mientras los guardaba se escucho un potente grito a sus espaldas, que le causó un pequeño respingo.

–¡Shu! ¡Esperame!

El de ojos carmín se volteo para ver quien era, aunque ya reconocía la voz y en efecto, el causante del alboroto y era nada más y nada menos que Valt, así que sin más detuvo su trayecto para que pudieran entrar los dos juntos.

Ambos entraron y saludaron al encargado de la entrada y se dirigieron a su salón.

–¿Y ese milagro, Aiga? ¿Por qué llegaste temprano?... ¿O llegamos tarde? –inquirió Shu, pues apenas puso un pie en el salón pido distinguir la cabellera castaña de Akaba. –

–Buenos días también. –el castaño todo los ojos. –Y no lo sé, me pare como siempre y cuando ya iba a salir de mi casa vi que era temprano.

–¿Y yo que estoy pintado o que? –Free se hace el dramático mientras se deja caer en su pupitre, supuestamente indignado. –

–No digas eso, Free. –digo Shu riendo un poco por l9 dramático que podría llegar a ser el serio de Free. –

–Por cierto ¿por qué llegaron juntos? –y esa era una excelente pregunta para Aiga. Shu nunca llegaba acompañado. –

–Es que Shu se quedó a dormir en mi casa por que estábamos haciendo el proyecto y se nos hizo un poco tarde. –explicó lo más breve posible Aoi. –

–Entendible. –el castaño no indagó mucho. –

–Oigan, ¿Tienen planes para el fin de semana? –interrumpe Free, a lo que todos negaron. –Genial, organicé un viaje y quería ver si querían venir.

–¡Que bien! ¡Pediré permiso llegando a casa! –festeja Akaba. –

–¿Viaje a dónde? Yo le tengo que pedir permiso a mi tía, pero creo que si me dará. –murmura Shu. –

–Me apuntó.

–¿No les pedirlas permiso a tus padres? –el rubio mira confundido a Valt. –

–No hace falta, vivo solo.

–¿Qué? ¿Cómo que vives solo? –cuestionaron el rubio y el oji-turquesa al mismo tiempo. –

–Larga historia, luego se las cuento. –contestó restándole importancia al asunto. –

Los chicos platicaron hasta que llegó el profesor a interrumpir y dar inicio a las clases, las cuales transcurrieron normales hasta que llego la hora de la salida.

–Adiós, chicos, se cuidan. –se despide Shu y antes de irse mira al rubio. –Oye Free, ¿A donde será el viaje? –repite su pregunta de la mañana, ya que lo fue respondida. –

–¡Es una sorpresa! –gritó De La Hoya mientras se iba corriendo tras de Aiga. –

–... ¿Ok? –murmura y suspira viendo la dirección en la que se habían ido aquel par para después dar vuelta. –Bueno, adiós, Valt. –se iba a ir pero el pequeño lo tomó del brazo. –

–Shu ¿estas ocupado está tarde?

–No ¿por qué?

–Quería ver si podía ir a tu casa.

–¿¡Para que!? –gritó sin pensar. Si de por si Shu andaba tratando de sacar al más bajo de sus pensamientos eso solo lo empeoraría. –

–Para terminar el proyecto, si querías. –respondió confundido por la reacción del albino, ignorando el lío de la mente de Shu. –

–*Mierda, el proyecto, lo había olvidado. Madres ¿¡Qué le digo!? Apenas lo conozco, aunque me contó su pasado, pero no lo quiero llevar a mi casa.* –Esta bien, solo le pregunto a mi tía.

El de mirada castaña asiente y Shu se aleja un poco mientras saca su teléfono y marca para realizar la llamada.

LLAMADA.

–Tía, una pregunta, ¿puedo llevar a un compañero a la casa?

[–¿Cómo para que? –]

–Para terminar el proyecto que te dije ayer.

[–¿Cuál proyecto...? A ya, el proyecto, esta bien.] –

–Ok, llegamos en unos 10 minutos.

FIN DE LA LLAMADA.

–Listo, vámonos Valt, solo una cosa, no le digas a mi familia que te conté... La situación de casa –murmuró algo nervioso. –

–Esta bien. –asintió de inmediato el más bajo. –

CAMBIASTE MI VIDA [editando] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora