Su Pasado Parte 2 [editando]

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–Shu ¿quieres que terminemos la platica de esta mañana?

–*Mierda, lo había olvidado. ¿Qué le digo?!* –Y-Yo.... ¡Hay que terminar el proyecto! –dijo lo primero que se le vino a la mente. –

–Pero tenemos tiempo. –Valt vio la hora e insistió. –

Si, bueno, la paciencia de Shu nunca fue la mejor.

–¡Dije que no! –gritó ya más alterado, no quería hablar del tema. –

–… Entiendo. Bueno vamos a seguir con el proyecto. –dijo Valt un poco triste y también entendió la situación, sabía que al albino no le gustaría que le insistieran. –

–V-Valt, no fue mi intención gritarte, perdón. –se disculpó al ver el semblante caído del Aoi. –

–No importa.

Cada pendeja pendejada que hago. Pensó Shu.

–¿Sabes que? Si quiero escuchar tu pasado.

–¿¡En serio!? –habló con notable entusiasmo. –

–Si. –asiente el más alto. –

–Bueno, como te conté, mi mamá se fue y me dejó ahí solo con mi papá. A él claramente no le hizo gracia y solo se molestó y yo era el unico con quien se podría desquitar, así que... él empezo a abusar de mi. –murmura en voz baja, con la mirada en sus propias manos y suspira oara seguir hablando sin dejar que Shu diga algo. –Unos meses después pude escapar por un descuido de él y lo denuncié. Tuve que ir a terapia por mucho tiempoy al fin pude perdonar a mis padres, al principio me costaba confiar en los demás, pero poco a poco lo supere y ahora soy feliz. Mis hermanos viven en otra ciudadcon mi tía,ella dice que soy emocionalmente inestable y no me acerque a ellos, asi que hace años no los veo y esa tíapaga esta casa con tal de mantenerme lejos. –sonrió con dulzura, como si lo anterior no hubiera pasado en realidad. –

–... Lamento lo que te pasó y el como te trate. –susurra sin saber que más decir. Claro que le sorprendió saber lo que pasó Valt, pero nunca espero escuchar una confesión así y no sabía que decir o hacer. Shu tenía empatía,  no era una persona sin corazón. –

–Descuida, no fue tu culpa ni mía. Son cosas que pasan por personas enfermas, además, sé que no era nada personal el como me trataste, aunque no estuvo del todo bien.

–De verdad lo siento. –repite sintiéndose mal. –

–Ya dije que no importa,  ahora estamos en buenos términos. No tienes que decir nada si no lo quieres hacer, solo relájate... ¡Ya se! Vamos a dejar de hacer el proyecto, te vas a relajar y luego me contestas, ¿qué te parece?

–Lo que quieras, esta bien.

–Si quieres puedes ir a mi patio y pensar un rato. Es un lugar lindo y tranquilo.

–... ¿Me puedes llevar?

Valt asintió y guió a Shu hasta que ambos llegaron al patio y Valt se fue dejando a Shu solo.

*¿Por qué le dije que si a Valt? ¿Por qué no me gusta verlo triste? ¿Por qué me siento bien con el?* –esas y más preguntas empezaron a circular por la mente del Kurenai. –

Mientras la mente de Shu era un revoltijo pasaban los minutos donde solo conseguía hacerse más preguntas y, sin darse cuenta, Valt volvio.

–¿Te sientes mejor?

*Vida solo una, así que cagala* –Valt, lo he pensado... y te voy a contar lo que me pasó a mi, pero por favor prométeme que no le dirás a nadie.

–Te lo prometo.

Así que un tanto nervioso el albino comenzó a relatar como era su vida, lo sucedido con su madre y el hecho de que no conocía a su padre.

–Me alegra que hayas confiado en mi. –Valt sonrió al terminar de escuchar. –

–Bueno, vamos a seguir con el proyecto. –dice algo nervioso, pero ciertamente con una carga menos en su mente. –

Así ambos siguieron con el proyecto toda la tarde y cuando se dieron cuenta ya era de noche, bastante tarde

–Vaya, ya es de noche. Valt ¿Qué hora es? –inquirió el albino al ver que ya estaba oscuro afuera. –

–Son las... –miro su reloj. –9:45.

–Vaya, si que es tarde, ya me voy.

–Shu, ya está oscuro ¿seguro que te quieres ir? –preguntó no del todo seguro el más bajo. –

–Tranquilo, voy a estar bien. –habló mientras se dirigía a la puerta, pero siente que lo toman del brazo, se dio vuelta para ver que pasaba y era, obviamente, Valt. –

–No te voy a dejar ir. –dijo sin soltar del brazo a Shu. –

–¿Eh? ¿Qué te pasa? ¡Sueltame! –exigió. –

–¡No te voy a dejar ir! –repitió. –

–¡Valt! ¡Sueltame!

–¿Qué tal si te pasa algo? No me lo perdonaría.

–¡Carajo, que me sueltes, ya me tengo que ir!

Y así estuvieron un rato hasta que Shu se rindió y accedió a quedaré.

–Esta bien me voy a quedar, solo le voy a decir a mi tía que me quedo. –habló frustrado, pues no estaba en sus planes el quedarse ahí ¡Ni siquiera tenía pijama! –

–Ok, yo te iré a buscar ropa para que estés cómodo. –sonrio victorioso por haber cumplido su objetivo. –

El de ojos carmín se alejó para llamar a su tía y avisar que no llegaría, ella le dio permiso sin siquiera notar su ausencia toda la tarde y ni preguntar con quién se quedaba.

–Ten, Shu. –Valt regresó a la habitación y le entrego una pijama al albino. –

–Gracias.

Kurenai tomó la pijama y se fue a la habitación de al lado para cambiarse mientras Valt lo hacía en el baño.

–Oye, Shu, –llama Valt cuando ambos están con pijama, el más alto solo lo mira esperando que hable. –si dices que no le importas a tu familia, ¿por qué le avisas a tu tía todo lo que haces? –preguntó no aguantando la curiosidad. Y si lo pensaba era una excelente pregunta ¿o no? –

–Solo lo hago para que después no me digan que no aviso, pero ahora ni me pidió la dirección... –contestó simple, pero en su voz se podía escuchar la tristeza. –Por cierto ¿cómo vamos a dormir? –inquirió al sólo ver una cama. –

–Mmm, no lo sé, podemos dormir en la misma cama, si no te molesta, es un poco grande.

–Por mi no hay problema.

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CAMBIASTE MI VIDA [editando] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora