Recuerdos

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El cuerpo completo de Shu se tenso. Sabía que era ella, no había forma de ignorarla, así que respiró ondo y juntó todo el valor posible para dar vuelta y encarar a la dueña de esa voz.

–¿Qué pasa, Shu? ¿No puedes hablar? ¿Otro ataque de pánico? –inquirió con burla la chica recién llegada. No miraba a nadie además del albino, como si todo girará al rededor de Kurenai. –

–¿Qué quieres? –ignoró las preguntas de la peli-celeste y la miró. No con odio ni nada, solo era indiferencia lo que en su rostro había. –

–¿Hum? ¿Qué sucede, Shu? Antes me hablabas con confianza y me sonreías solo a mi. –se hizo la desentendida, pero rápidamente cambió a una sonrisa ladina y burlona. –¿O ya se te olvidó, amigo?

El albino apretó los puños antes esa última palabra y volvió a respirar para mantener la calma.

–¿Perdona? No sé de qué hablas. –Shu hace una mueca, como un niño confundido y la chica no entendió por unos segundos que pasaba. –Nunca podría ser amigo de alguien como tú, cariño. –ahora Kurenai le lanzó una mirada despectiva a pesar del lindo apodo burlón, mirándola de arriba a abajo con asco y eso indignó a la chica grosera. –

–¿Alguien como yo? –la chica hizo una mueca ofendida, para después reír y negar con la cabeza, cruzandosé de brazos hablo. –Wou, al parecer alguien formó carácter en estos años y dejó que su memoria empeorará.

–Tengo execelente memoria. No se podía ser el alumno estrella sin eso, Sasha. –Shu agranda su sonrisa, orgulloso mientras extendía sus brazos a sus costados, como un ganador. –Ooooh, tu qué vas a saber de eso, nunca lo fuiste, ¡Es más! Mi excelente memoria me dice que tú calificación más alta era... ¿Un estúpido ocho? –puso una mueca desanimado, como si eso le afectará. –

La chica aprieta los dientes, furiosa y por primera vez mira a los amigos de Shu y sonrie.

–¿Ellos quienes son? ¿Mi reemplazo?¿Creés que ellos son distintos a mi? –alzó una ceja sin dejar de ver a los chicos, Kurenai frunció el cejo –

–¿Para que buscaría un reemplazo de basura? Y claramente no son como tú, ni de cerca, son mil veces mejores que tú. –su expresión seria, pero su voz segura y a la vez orgullosa. –Así que, basura andante, si vas a estudiar aquí te voy a pedir un favor, no me molestes ni a ellos. –habló serio y calmado. No quería que el primer día le pusieran una queja por golpear y ofender a su compañera. –

–Si, claro, como no. –habló sarcástica, conteniendo la furia que sentía. –Ya verás que tarde o temprano te van a dejar y vas a venir a mi a rogar perdón. –aseguró. –

–Oye, ya deja de molestarlo, eres odiosa –Free se levantó mientras se rascaba la nuca y los chicos sabían que solo lo hacía cuando estaba verdaderamente irritado y molesto, así que nadie dijo nada, el rubio estaba decidido a salir a defender a su amigo. –

–¿O si no que? –Sasha sin saber el peligro retó al blondo a la par que lo empujó por el pecho, Free solo sonrió mientras ladeaba la cabeza.

Esa chica valió verga, y no de la linda. Pensó Aiga. No sabía si por Free o por Shu, pero valió.

–Con ellos no te metas ni los toques, Sasha. –casi gruñó el oji-carmín para devolver el empujón pero con más fuerza, causando que la chica chocará contra una mesa atrás de ella. Shu no dejaría que nadie ofendiera o molestara a sus amigos. Absolutamente nadie. –

–Veo que ya te sabes defender, –sonrió de lado, casi divertida. –Bueno me voy, pero esto no se ha acabado, nos vemos luego, Shu. –sentenció para finalmente salir del salón, pues esperaría hasta que las clases empezarán para entrar y evitar cualquier problema. Por el momento evitaría al albino y a sus amigos. –

–Vaya, amigo, ella está loca de remate. –murmuró Randaro, mirando la dirección en la que se fue Sasha. –

–Randaro tiene razón y perdón que pregunte pero ¿Quién es? –realmente nadie lo sabía, aunque Valt tenía una leve sospecha gracias a su actitud de mierda. –

–Ella era mi mejor amiga en la primaria, o eso creí, pero como solo me utilizaba la deje. –explicó brevemente tras suspirar nuevamente. No quería dar muchos detalles, pero no quería ocultar nada, así que solo dijo los suficiente para que los demás entendieran un poco el contexto que tuvieron Shu y Sasha en hace varios años atrás. –

–Ya veo. –se limitó a murmurar Wakiya, no queriendo incomodar al otro chico. –

Tras ese encuentro inesperado y desagradable para Shu (y todos en general) el grupito ahora de seis chicos siguieron platicando sobre las miles de choco-aventuras que pasaron cada uno a lo largo de los años hasta que llego el profesor de la hora asignada, dando inicio a la primera clase del día y abla jornada de estudio.

A los minutos también llegó Sasha que se sentó lo más lejos posible de los chicos. Para suerte de todos las primeras clases pasaron rápido y se fueron como agua entre las manos y sin darse cuenta ya era la hora del receso, 20 minutotes libres de la tortura llamada escuela. Claro, al ser primer día nadie se conocía más que unos pocos como nuestra bolita de amigos que salieron disparados a degustar sus almuerzos y estirar las piernas... Y alejarse de cierta chica loca obsesionada.

CAMBIASTE MI VIDA [editando] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora